martes, 29 de octubre de 2024

La Llorona de la Mina

 


En el corazón del estado de Hidalgo, en un pequeño pueblo llamado Real del Monte, se cuenta la escalofriante leyenda de "La Llorona de la Mina".

Hace más de un siglo, Real del Monte era conocido por sus minas de plata. Entre los mineros se encontraba Don Eusebio, un hombre ambicioso y cruel, dispuesto a todo por encontrar el filón más rico. Tenía una esposa, María, y un hijo pequeño, Emiliano, a quienes amaba con todo su corazón, pero su codicia lo consumía más cada día.

Una noche, mientras los mineros excavaban, un terrible derrumbe atrapó a varios hombres, incluyendo a Don Eusebio. Los esfuerzos por rescatarlos fueron en vano y pronto se dio por hecho que todos habían perecido. La tragedia sumió al pueblo en el luto, y María, desconsolada, se convirtió en una sombra de sí misma.

Pasaron los años y María nunca dejó de llorar por su esposo perdido. Se cuenta que una noche, mientras vagaba por las ruinas de la mina, María escuchó un lamento profundo que parecía provenir del interior de la tierra. Desesperada, creyendo que era el espíritu de Eusebio, decidió adentrarse en la mina, llevando a su hijo con ella.

Nunca más se supo de ellos. Sin embargo, los mineros que siguieron trabajando en las minas comenzaron a relatar encuentros con una figura espectral de una mujer vestida de blanco, que vagaba por los túneles oscuros, sollozando y llamando a su hijo. Aquellos que la veían decían que sus lamentos eran tan desgarradores que helaban la sangre y que si te atrevías a seguirla, te perdías en los laberintos subterráneos, para nunca más regresar.

La leyenda de "La Llorona de la Mina" persiste hasta el día de hoy. Los antiguos mineros advierten a los nuevos que nunca se adentren solos en la oscuridad, pues el espíritu de María sigue buscando a su hijo, y cualquiera que escuche su llanto está condenado a compartir su destino, atrapado para siempre en las entrañas de la tierra.

s

i te ha gustado la historia dejanos un comentario para saber tu opinion

también podéis enviarnos vuestras historias, estaremos encantados de compartirlas.

Niñas lobas



Corría el mes de octubre de 1920 y en Calcuta, India, el misionero Joseph Singh y su esposa presidían un albergue infantil donde daban cobijo, alimento y educación a niños desamparados. En uno de sus viajes humanitarios el religioso y tres seguidores se dirigieron a la aldea de Midnapur sita al oeste de Calcuta, y se alojaron en la finca de uno de los lugareños. Estaban por irse a dormir cuando su anfitrión, preso del pánico, les comunicó que había visto, próximo a una gruta distante a cinco kilómetros de allí, a dos pequeños fantasmas parecidos a lobos, y de aspecto horrible. Ante los ruegos de aquel hombre, el misionero aceptó acudir con sus acompañantes al bosque para desvelar qué estaba sucediendo. A la mañana entrante fueron al lugar señalado donde localizaron un montículo de tierra con varias entradas y salidas.

Pacientemente, el explorador montó guardia hasta que, con sus largavistas, avistó a dos lobeznos fuera de la guarida. Al rato, vio a una figura menuda e hirsuta que se arrastraba en cuatro patas ,y seguía a los pequeños lobunos. Instantes después, otra aparición tan extraña como aquella se sumó a los otros tres seres. Claramente se trataba de un par de cachorros de lobo junto a otras dos criaturas que, pese a su extrema suciedad y apariencia bestial no eran espectros malignos, como creyeron los aldeanos, sino que eran seres humanos; más concretamente, dos niñas.

Singh decidió perseguir a la manada, pero sus acompañantes, atemorizados ante los presuntos espectros, se negaron, y se vio obligado a desistir de su propósito por el momento. Días más tarde regresó asistido por varios cazadores, con el fin de rescatar a las criaturas humanas. La madriguera de los lobos era un termitero abandonado, y los hombres lo tuvieron que destruir con picos y palas para descubrir la entrada principal. Estaban en esa actividad cuando, desde el interior, emergieron dos lobos, que huyeron hacia el bosque al advertir a los intrusos.

Sin embargo, tras éstos, salió una loba que sí estaba dispuesta a enfrentarlos. Su instinto materno le impedía abandonar a sus cachorros, ya fueran lobos o humanos. El animal, abriendo sus fauces, atacó con ferocidad a Singh y a sus asistentes, quienes no tuvieron más remedio que usar sus rifles y matarla. Luego de ingresar a la madriguera, junto a los dos lobeznos, hallaron a las criaturas humanas que los pobladores habían confundido con espectros; se trataba de dos menores de ocho y tres años aproximadamente.

Singh, y su esposa, cuidaron a las niñas lobas procurando que se adaptasen a la vida en sociedad, pero jamás lo lograrían. Pusieron por nombre a la niña mayor Kamala y a la menor Amala; y pronto se reveló que no existía una relación familiar que las uniera; o sea, no eran hermanas, sino que la loba las había recogido en diferentes momentos.

Un año después de su internación en el orfanato, la pequeña Amala falleció de disentería. Kamala, desconsolada, la lloró durante varios días, y aulló por las noches. En la década siguiente se logró que hiciera algunos mínimos progresos en su lenguaje y hábitos, los cuales nunca dejaron de ser salvajes; aunque llegó a mostrar afecto por la bondadosa señora Singh.

En 1929 contrajo fiebre tifoidea, y esta enfermedad la llevó a la tumba al cabo de dos meses. La niña lobo fue sepultada junto a su hermana de corazón en la India, en el cementerio de St. John.

Se estima que a su deceso Kamala contaba con diecisiete años de edad cronológica, aunque su coeficiente mental equivalía al de un infante de apenas cinco o seis años.

*Texto de Gabriel Antonio Pombo.


i te ha gustado la historia dejanos un comentario para saber tu opinion

también podéis enviarnos vuestras historias, estaremos encantados de compartirlas.

𝙀l duende de las llaves

 


𝙋𝙖𝙨𝙖𝙗𝙖𝙣 𝙢á𝙨 𝙙𝙚 𝟦 𝙖ñ𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙫𝙞𝙫𝙞𝙧 𝙚𝙣 𝙖𝙦𝙪𝙚𝙡𝙡𝙖 𝙝𝙖𝙘𝙞𝙚𝙣𝙙𝙖. 𝘼𝙪𝙣𝙦𝙪𝙚 𝙥𝙚𝙦𝙪𝙚ñ𝙖, 𝙚𝙧𝙖 𝙢𝙪𝙮 𝙖𝙜𝙧𝙖𝙙𝙖𝙗𝙡𝙚 𝙮𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙦𝙪𝙚𝙙𝙖𝙗𝙖 𝙚𝙣𝙩𝙧𝙚 𝙜𝙧𝙖𝙣𝙙𝙚𝙨 á𝙧𝙗𝙤𝙡𝙚𝙨 𝙮 𝙡𝙖 𝙣𝙖𝙩𝙪𝙧𝙖𝙡𝙚𝙯𝙖 𝙚𝙧𝙖 𝙡𝙖 𝙢𝙚𝙟𝙤𝙧 𝙘𝙤𝙢𝙥𝙖ñí𝙖. 𝙀𝙡 𝙩𝙧𝙞𝙣𝙖𝙧 𝙙𝙚 𝙡𝙖𝙨 𝙖𝙫𝙚𝙨, 𝙚𝙡 𝙪𝙡𝙪𝙡𝙖𝙧 𝙙𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙗ú𝙝𝙤𝙨 𝙮 𝙚𝙡 𝙘𝙖𝙣𝙩𝙤 𝙙𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙜𝙧𝙞𝙡𝙡𝙤𝙨 𝙚𝙣 𝙡𝙖 𝙣𝙤𝙘𝙝𝙚 𝙚𝙧𝙖 𝙪𝙣 𝙚𝙨𝙥𝙚𝙘𝙩á𝙘𝙪𝙡𝙤 𝙢𝙖𝙧𝙖𝙫𝙞𝙡𝙡𝙤𝙨𝙤.

𝙋𝙚𝙧𝙤 𝙩𝙤𝙙𝙤 𝙘𝙖𝙢𝙗𝙞ó 𝙥𝙤𝙧 𝙪𝙣𝙖 𝙨𝙞𝙢𝙥𝙡𝙚𝙯𝙖: 𝙡𝙖𝙨 𝙡𝙡𝙖𝙫𝙚𝙨 𝙦𝙪𝙚 𝙘𝙤𝙡𝙜á𝙗𝙖𝙢𝙤𝙨 𝙖 𝙡𝙖 𝙚𝙣𝙩𝙧𝙖𝙙𝙖 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙥𝙪𝙚𝙧𝙩𝙖 𝙚𝙢𝙥𝙚𝙯𝙖𝙧𝙤𝙣 𝙖 𝙥𝙚𝙧𝙙𝙚𝙧𝙨𝙚. 𝙎𝙞𝙢𝙥𝙡𝙚𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙣𝙤 𝙚𝙨𝙩𝙖𝙗𝙖𝙣 𝙚𝙣 𝙨𝙪 𝙡𝙪𝙜𝙖𝙧. 𝙈𝙞 𝙚𝙨𝙥𝙤𝙨𝙤 𝙢𝙚 𝙥𝙧𝙚𝙜𝙪𝙣𝙩𝙖𝙗𝙖 𝙨𝙞 𝙮𝙤 𝙨𝙖𝙗í𝙖 𝙖𝙡𝙜𝙤, 𝙖𝙡 𝙞𝙜𝙪𝙖𝙡 𝙦𝙪𝙚 𝙮𝙤 𝙖 é𝙡, 𝙥𝙚𝙧𝙤 𝙣𝙤 𝙨𝙖𝙗í𝙖𝙢𝙤𝙨 𝙣𝙖𝙙𝙖. 𝙇𝙖𝙨 𝙡𝙡𝙖𝙫𝙚𝙨 𝙨𝙞𝙚𝙢𝙥𝙧𝙚 𝙝𝙖𝙗í𝙖𝙣 𝙥𝙚𝙧𝙢𝙖𝙣𝙚𝙘𝙞𝙙𝙤 𝙚𝙣 𝙚𝙡 𝙢𝙞𝙨𝙢𝙤 𝙡𝙪𝙜𝙖𝙧.

𝙈𝙞 𝙢𝙖𝙙𝙧𝙚 𝙖𝙨𝙚𝙜𝙪𝙧𝙖𝙗𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙨𝙤 𝙚𝙧𝙖 𝙪𝙣 𝙙𝙪𝙚𝙣𝙙𝙚, 𝙦𝙪𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙙𝙪𝙚𝙣𝙙𝙚𝙨 𝙨𝙤𝙣 𝙗𝙖𝙨𝙩𝙖𝙣𝙩𝙚 𝙩𝙧𝙖𝙫𝙞𝙚𝙨𝙤𝙨. 𝙋𝙚𝙧𝙤 𝙣𝙤 𝙥𝙤𝙙í𝙖𝙢𝙤𝙨 𝙘𝙧𝙚𝙚𝙧 𝙚𝙨𝙤. ¿𝘾ó𝙢𝙤 𝙞𝙗𝙖 𝙖 𝙖𝙥𝙖𝙧𝙚𝙘𝙚𝙧 𝙪𝙣 𝙙𝙪𝙚𝙣𝙙𝙚 𝙙𝙚𝙨𝙥𝙪é𝙨 𝙙𝙚 𝙩𝙖𝙣𝙩𝙤 𝙩𝙞𝙚𝙢𝙥𝙤 𝙙𝙚 𝙚𝙨𝙩𝙖𝙧 𝙖𝙡𝙡í? 𝙎𝙞𝙣 𝙚𝙢𝙗𝙖𝙧𝙜𝙤, 𝙪𝙣𝙖 𝙫𝙚𝙯 𝙤𝙘𝙪𝙧𝙧𝙞ó 𝙦𝙪𝙚 𝙡𝙖𝙨 𝙡𝙡𝙖𝙫𝙚𝙨 𝙖𝙥𝙖𝙧𝙚𝙘𝙞𝙚𝙧𝙤𝙣 𝙘𝙤𝙡𝙜𝙖𝙙𝙖𝙨 𝙚𝙣 𝙪𝙣𝙖 𝙙𝙚 𝙡𝙖𝙨 𝙫𝙞𝙜𝙖𝙨 𝙢á𝙨 𝙖𝙡𝙩𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙘𝙖𝙨𝙖. 𝙉𝙞𝙣𝙜𝙪𝙣𝙤 𝙙𝙚 𝙣𝙤𝙨𝙤𝙩𝙧𝙤𝙨 𝙝𝙖𝙗í𝙖 𝙥𝙤𝙙𝙞𝙙𝙤 𝙨𝙪𝙗𝙞𝙧𝙡𝙖𝙨 𝙖𝙡𝙡í.

𝘼𝙝í 𝙣𝙤𝙨 𝙘𝙤𝙣𝙫𝙚𝙣𝙘𝙞𝙢𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙧𝙖 𝙪𝙣 𝙙𝙪𝙚𝙣𝙙𝙚 𝙤 𝙖𝙡𝙜𝙤 𝙙𝙞𝙛𝙚𝙧𝙚𝙣𝙩𝙚. 𝙐𝙣𝙖 𝙩𝙖𝙧𝙙𝙚, 𝙢𝙞 𝙚𝙨𝙥𝙤𝙨𝙤 𝙘𝙤𝙡𝙜ó 𝙨𝙪𝙨 𝙡𝙡𝙖𝙫𝙚𝙨 𝙮 𝙮𝙤 𝙡𝙖𝙨 𝙢í𝙖𝙨, 𝙮 𝙣𝙤𝙨 𝙦𝙪𝙚𝙙𝙖𝙢𝙤𝙨 𝙫𝙞𝙜𝙞𝙡𝙖𝙣𝙩𝙚𝙨 𝙙𝙚𝙨𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙝𝙖𝙗𝙞𝙩𝙖𝙘𝙞ó𝙣 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙨𝙤𝙧𝙥𝙧𝙚𝙣𝙙𝙚𝙧 𝙖𝙡 𝙙𝙪𝙚𝙣𝙙𝙚. 𝙔 𝙡𝙤 𝙫𝙞𝙢𝙤𝙨, 𝙩𝙖𝙣 𝙥𝙚𝙦𝙪𝙚ñ𝙤 𝙘𝙤𝙢𝙤 𝙙𝙚 𝙪𝙣𝙤𝙨 𝟤𝟢 𝙘𝙢. 𝙇𝙤 𝙫𝙞𝙢𝙤𝙨 𝙩𝙧𝙖𝙨𝙥𝙖𝙨𝙖𝙧 𝙥𝙤𝙧 𝙙𝙚𝙗𝙖𝙟𝙤 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙥𝙪𝙚𝙧𝙩𝙖 𝙘𝙤𝙣 𝙢𝙪𝙘𝙝𝙖𝙨 𝙙𝙞𝙛𝙞𝙘𝙪𝙡𝙩𝙖𝙙𝙚𝙨, 𝙮𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙧𝙖 𝙪𝙣 𝙖𝙣𝙘𝙞𝙖𝙣𝙤 𝙥𝙚𝙦𝙪𝙚ñ𝙞𝙩𝙤 𝙮 𝙧𝙚𝙜𝙤𝙧𝙙𝙚𝙩𝙚.

𝘾𝙪𝙖𝙣𝙙𝙤 𝙡𝙤𝙜𝙧ó 𝙚𝙨𝙩𝙖𝙧 𝙖𝙡 𝙡𝙖𝙙𝙤 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙥𝙪𝙚𝙧𝙩𝙖 𝙙𝙤𝙣𝙙𝙚 𝙚𝙨𝙩𝙖𝙗𝙖𝙣 𝙡𝙖𝙨 𝙡𝙡𝙖𝙫𝙚𝙨, 𝙨𝙚 𝙘𝙤𝙣𝙫𝙞𝙧𝙩𝙞ó 𝙚𝙣 𝙖𝙡𝙜𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙣𝙖𝙙𝙖 𝙩𝙚𝙣í𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙫𝙚𝙧 𝙘𝙤𝙣 𝙪𝙣 𝙙𝙪𝙚𝙣𝙙𝙚. 𝙎𝙚 𝙩𝙧𝙖𝙣𝙨𝙛𝙤𝙧𝙢ó 𝙚𝙣 𝙪𝙣 𝙙𝙚𝙢𝙤𝙣𝙞𝙤 𝙙𝙚 𝙘𝙖𝙨𝙞 𝟥 𝙢𝙚𝙩𝙧𝙤𝙨, 𝙩𝙖𝙣 𝙖𝙡𝙩𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙖𝙡𝙘𝙖𝙣𝙯𝙖𝙗𝙖 𝙡𝙖 𝙫𝙞𝙜𝙖 𝙙𝙤𝙣𝙙𝙚 𝙝𝙖𝙗í𝙖 𝙘𝙤𝙡𝙜𝙖𝙙𝙤 𝙡𝙖𝙨 𝙡𝙡𝙖𝙫𝙚𝙨 𝙖𝙣𝙩𝙚𝙧𝙞𝙤𝙧𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚. ¿𝙌𝙪é 𝙚𝙧𝙖 𝙖𝙦𝙪𝙚𝙡𝙡𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙨𝙩𝙖𝙗𝙖 𝙚𝙣 𝙣𝙪𝙚𝙨𝙩𝙧𝙖 𝙘𝙖𝙨𝙖? 𝙉𝙤 𝙚𝙧𝙖 𝙣𝙞𝙣𝙜ú𝙣 𝙙𝙪𝙚𝙣𝙙𝙚. ¿𝙔 𝙥𝙤𝙧 𝙦𝙪é 𝙚𝙨𝙘𝙤𝙣𝙙í𝙖 𝙣𝙪𝙚𝙨𝙩𝙧𝙖𝙨 𝙡𝙡𝙖𝙫𝙚𝙨? 𝙀𝙧𝙖𝙣 𝙢á𝙨 𝙡𝙖𝙨 𝙥𝙧𝙚𝙜𝙪𝙣𝙩𝙖𝙨 𝙦𝙪𝙚 𝙡𝙖𝙨 𝙧𝙚𝙨𝙥𝙪𝙚𝙨𝙩𝙖𝙨.

𝙏𝙤𝙢ó 𝙡𝙖𝙨 𝙡𝙡𝙖𝙫𝙚𝙨, 𝙖𝙗𝙧𝙞ó 𝙡𝙖 𝙥𝙪𝙚𝙧𝙩𝙖 𝙮 𝙨𝙚 𝙥𝙚𝙧𝙙𝙞ó 𝙚𝙣 𝙡𝙖 𝙣𝙤𝙘𝙝𝙚. 𝙈𝙞 𝙚𝙨𝙥𝙤𝙨𝙖 𝙮 𝙮𝙤 𝙣𝙤𝙨 𝙩𝙪𝙧𝙣𝙖𝙢𝙤𝙨 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙫𝙞𝙜𝙞𝙡𝙖𝙧 𝙨𝙪 𝙧𝙚𝙜𝙧𝙚𝙨𝙤. 𝙀𝙛𝙚𝙘𝙩𝙞𝙫𝙖𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚, 𝙫𝙤𝙡𝙫𝙞ó 𝙘𝙖𝙨𝙞 𝙥𝙖𝙨𝙖𝙙𝙖 𝙡𝙖𝙨 𝟥 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙢𝙖ñ𝙖𝙣𝙖 𝙮 𝙩𝙞𝙧ó 𝙡𝙖𝙨 𝙡𝙡𝙖𝙫𝙚𝙨 𝙚𝙣 𝙘𝙪𝙖𝙡𝙦𝙪𝙞𝙚𝙧 𝙡𝙪𝙜𝙖𝙧.

𝙇𝙚 𝙘𝙤𝙣𝙩𝙖𝙢𝙤𝙨 𝙖 𝙢𝙞 𝙢𝙖𝙙𝙧𝙚 𝙡𝙤 𝙤𝙘𝙪𝙧𝙧𝙞𝙙𝙤 𝙮 𝙚𝙡𝙡𝙖 𝙙𝙞𝙟𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙖 𝙡𝙤 𝙢𝙚𝙟𝙤𝙧 𝙣𝙤 𝙚𝙧𝙖 𝙪𝙣 𝙨𝙞𝙢𝙥𝙡𝙚 𝙙𝙪𝙚𝙣𝙙𝙚, 𝙚𝙧𝙖 𝙪𝙣 𝙙𝙚𝙢𝙤𝙣𝙞𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙨𝙚 𝙝𝙖𝙗í𝙖 𝙖𝙥𝙤𝙙𝙚𝙧𝙖𝙙𝙤 𝙙𝙚 𝙣𝙪𝙚𝙨𝙩𝙧𝙖 𝙘𝙖𝙨𝙖. 𝙀𝙡 𝙝𝙚𝙘𝙝𝙤 𝙙𝙚 𝙚𝙨𝙘𝙤𝙣𝙙𝙚𝙧 𝙣𝙪𝙚𝙨𝙩𝙧𝙖𝙨 𝙡𝙡𝙖𝙫𝙚𝙨 𝙚𝙧𝙖 𝙡𝙖 𝙢𝙖𝙣𝙚𝙧𝙖 𝙙𝙚 𝙙𝙚𝙘𝙞𝙧𝙣𝙤𝙨 𝙦𝙪𝙚 𝙣𝙤𝙨 𝙛𝙪é𝙧𝙖𝙢𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙖𝙡𝙡í, 𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙨𝙖 𝙘𝙖𝙨𝙖 𝙡𝙚 𝙥𝙚𝙧𝙩𝙚𝙣𝙚𝙘í𝙖. ¿𝙌𝙪é 𝙥𝙤𝙙í𝙖𝙢𝙤𝙨 𝙝𝙖𝙘𝙚𝙧? ¿𝘼 𝙦𝙪𝙞é𝙣 𝙥𝙤𝙙í𝙖𝙢𝙤𝙨 𝙖𝙘𝙪𝙙𝙞𝙧?. 

𝘼𝙨í 𝙦𝙪𝙚 𝙙𝙚𝙘𝙞𝙙𝙞𝙢𝙤𝙨 𝙨𝙪𝙗𝙞𝙧 𝙙𝙤𝙣𝙙𝙚 𝙏𝙤ñ𝙤 𝙏𝙖𝙗𝙖𝙘𝙤 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙘𝙤𝙣𝙨𝙪𝙡𝙩𝙖𝙧𝙡𝙚 𝙘ó𝙢𝙤 𝙥𝙤𝙙í𝙖𝙢𝙤𝙨 𝙚𝙨𝙥𝙖𝙣𝙩𝙖𝙧 𝙖𝙦𝙪𝙚𝙡 𝙙𝙪𝙚𝙣𝙙𝙚 𝙤 𝙙𝙚𝙢𝙤𝙣𝙞𝙤 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙘𝙖𝙨𝙖. 𝘾𝙪𝙖𝙣𝙙𝙤 𝙡𝙚 𝙘𝙤𝙣𝙩𝙖𝙢𝙤𝙨 𝙡𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙣 𝙧𝙚𝙖𝙡𝙞𝙙𝙖𝙙 𝙫𝙚í𝙖𝙢𝙤𝙨, 𝙚𝙡 𝙝𝙤𝙢𝙗𝙧𝙚 𝙙𝙞𝙟𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙨í, 𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙣 𝙧𝙚𝙖𝙡𝙞𝙙𝙖𝙙 𝙚𝙧𝙖 𝙪𝙣 𝙙𝙚𝙢𝙤𝙣𝙞𝙤 𝙥𝙤𝙙𝙚𝙧𝙤𝙨𝙤. 𝙋𝙖𝙧𝙖 𝙚𝙨𝙩𝙤, 𝙝𝙖𝙗í𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙘𝙤𝙣𝙨𝙚𝙜𝙪𝙞𝙧 𝙥𝙡𝙖𝙣𝙩𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙧𝙤𝙢𝙚𝙧𝙤 𝙮 𝙤𝙧é𝙜𝙖𝙣𝙤 𝙮 𝙙𝙚𝙟𝙖𝙧𝙡𝙖𝙨 𝙚𝙣 𝙫𝙖𝙧𝙞𝙤𝙨 𝙡𝙪𝙜𝙖𝙧𝙚𝙨 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙘𝙖𝙨𝙖. 𝘼𝙙𝙚𝙢á𝙨, 𝙧𝙚𝙜𝙖𝙧 𝙖𝙜𝙪𝙖 𝙗𝙚𝙣𝙙𝙞𝙩𝙖 𝙚𝙣 𝙘𝙖𝙙𝙖 𝙪𝙣𝙖 𝙙𝙚 𝙡𝙖𝙨 𝙚𝙨𝙦𝙪𝙞𝙣𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙘𝙖𝙨𝙖 𝙥𝙤𝙧 𝙙𝙚𝙣𝙩𝙧𝙤.

𝙏𝙖𝙢𝙗𝙞é𝙣 𝙣𝙤𝙨 𝙧𝙚𝙘𝙤𝙢𝙚𝙣𝙙ó 𝙥𝙤𝙣𝙚𝙧 𝙪𝙣 𝙜𝙧𝙖𝙣 𝙚𝙨𝙥𝙚𝙟𝙤 𝙚𝙣 𝙩𝙤𝙙𝙖 𝙡𝙖 𝙚𝙣𝙩𝙧𝙖𝙙𝙖 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙦𝙪𝙚, 𝙘𝙪𝙖𝙣𝙙𝙤 𝙚𝙡  𝙙𝙚𝙢𝙤𝙣𝙞𝙤 𝙘𝙤𝙣𝙫𝙚𝙧𝙩𝙞𝙙𝙤 𝙚𝙣 𝙙𝙪𝙚𝙣𝙙𝙚 𝙚𝙣𝙩𝙧𝙖𝙧𝙖, 𝙫𝙞𝙚𝙧𝙖 𝙨𝙪 𝙧𝙚𝙛𝙡𝙚𝙟𝙤. 𝘼𝙡 𝙫𝙚𝙧 𝙨𝙪 𝙧𝙚𝙛𝙡𝙚𝙟𝙤, 𝙫𝙚𝙧í𝙖 𝙩𝙖𝙢𝙗𝙞é𝙣 𝙨𝙪 𝙚𝙣𝙚𝙧𝙜í𝙖 𝙮 𝙨𝙚 𝙖𝙨𝙪𝙨𝙩𝙖𝙧í𝙖 𝙮 𝙣𝙤 𝙖𝙡𝙘𝙖𝙣𝙯𝙖𝙧í𝙖 𝙖 𝙘𝙤𝙣𝙫𝙚𝙧𝙩𝙞𝙧𝙨𝙚 𝙚𝙣 𝙚𝙡 𝙙𝙚𝙢𝙤𝙣𝙞𝙤 𝙮 𝙝𝙪𝙞𝙧í𝙖 𝙙𝙚 𝙖𝙡𝙡í. 𝙀𝙨𝙩𝙤 𝙨𝙚 𝙩𝙚𝙣í𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙝𝙖𝙘𝙚𝙧 𝙥𝙤𝙧 𝙣𝙪𝙚𝙫𝙚 𝙣𝙤𝙘𝙝𝙚𝙨, 𝙝𝙖𝙨𝙩𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙨𝙞𝙜𝙪𝙞𝙚𝙧𝙖 𝙨𝙪 𝙘𝙖𝙢𝙞𝙣𝙤. 𝙀𝙨𝙩𝙚 𝙙𝙚𝙢𝙤𝙣𝙞𝙤 𝙣𝙤 𝙡𝙤 𝙫𝙚𝙣𝙘𝙚𝙧í𝙖𝙢𝙤𝙨, 𝙨𝙞𝙢𝙥𝙡𝙚𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙗𝙪𝙨𝙘𝙖𝙧í𝙖 𝙤𝙩𝙧𝙤 𝙡𝙪𝙜𝙖𝙧 𝙙𝙤𝙣𝙙𝙚 𝙫𝙞𝙫𝙞𝙧.

𝙇𝙚 𝙥𝙧𝙚𝙜𝙪𝙣𝙩𝙖𝙢𝙤𝙨 𝙥𝙤𝙧 𝙦𝙪é 𝙝𝙖𝙗í𝙖 𝙚𝙡𝙚𝙜𝙞𝙙𝙤 𝙣𝙪𝙚𝙨𝙩𝙧𝙖 𝙘𝙖𝙨𝙖 𝙮 𝙚𝙡 𝙖𝙣𝙘𝙞𝙖𝙣𝙤 𝙙𝙞𝙟𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙥𝙤𝙧𝙦𝙪𝙚 𝙮𝙤 𝙚𝙨𝙩𝙖𝙗𝙖 𝙚𝙢𝙗𝙖𝙧𝙖𝙯𝙖𝙙𝙖 𝙮 é𝙡 𝙣𝙤 𝙨𝙤𝙡𝙤 𝙥𝙚𝙧𝙨𝙚𝙜𝙪í𝙖 𝙡𝙖 𝙘𝙖𝙨𝙖, 𝙨𝙞𝙣𝙤 𝙖𝙡 𝙣𝙞ñ𝙤 𝙦𝙪𝙚 í𝙗𝙖𝙢𝙤𝙨 𝙖 𝙩𝙚𝙣𝙚𝙧. 𝙀𝙨𝙖 𝙢𝙞𝙨𝙢𝙖 𝙩𝙖𝙧𝙙𝙚 𝙗𝙖𝙟𝙖𝙢𝙤𝙨 𝙖𝙡 𝙥𝙪𝙚𝙗𝙡𝙤 𝙖 𝙝𝙖𝙘𝙚𝙧𝙢𝙚 𝙡𝙖 𝙥𝙧𝙪𝙚𝙗𝙖 𝙙𝙚 𝙚𝙢𝙗𝙖𝙧𝙖𝙯𝙤 𝙮 𝙚𝙛𝙚𝙘𝙩𝙞𝙫𝙖𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙚𝙨𝙩𝙖𝙗𝙖 𝙚𝙢𝙗𝙖𝙧𝙖𝙯𝙖𝙙𝙖, 𝙖𝙡𝙜𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙣𝙤𝙨𝙤𝙩𝙧𝙤𝙨 𝙣𝙤 𝙨𝙖𝙗í𝙖𝙢𝙤𝙨 𝙝𝙖𝙨𝙩𝙖 𝙚𝙨𝙚 𝙢𝙤𝙢𝙚𝙣𝙩𝙤.

𝘼𝙨í 𝙦𝙪𝙚 𝙝𝙞𝙘𝙞𝙢𝙤𝙨 𝙡𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙣𝙤𝙨 𝙝𝙖𝙗í𝙖 𝙙𝙞𝙘𝙝𝙤. 𝙉𝙤 𝙝𝙪𝙨𝙢𝙚𝙖𝙢𝙤𝙨 𝙘𝙪𝙖𝙣𝙙𝙤 é𝙡 𝙡𝙡𝙚𝙜ó, 𝙨𝙞𝙢𝙥𝙡𝙚𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙙𝙚𝙟𝙖𝙢𝙤𝙨 𝙡𝙖𝙨 𝙘𝙤𝙨𝙖𝙨 𝙘𝙤𝙢𝙤 𝙣𝙤𝙨 𝙝𝙖𝙗í𝙖 𝙧𝙚𝙘𝙤𝙢𝙚𝙣𝙙𝙖𝙙𝙤 . 𝙇𝙖 𝙣𝙤𝙫𝙚𝙣𝙖 𝙣𝙤𝙘𝙝𝙚 𝙚𝙨𝙩á𝙗𝙖𝙢𝙤𝙨 𝙖𝙩𝙚𝙣𝙩𝙤𝙨, 𝙣𝙤 𝙝𝙪𝙨𝙢𝙚𝙖𝙣𝙙𝙤, 𝙥𝙚𝙧𝙤 𝙨í 𝙖𝙩𝙚𝙣𝙩𝙤𝙨 𝙮 𝙙𝙚𝙨𝙥𝙞𝙚𝙧𝙩𝙤𝙨. 𝙁𝙪𝙚 𝙖𝙨í 𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙨𝙘𝙪𝙘𝙝𝙖𝙢𝙤𝙨 𝙖𝙦𝙪𝙚𝙡 𝙘𝙝𝙞𝙡𝙡𝙞𝙙𝙤, 𝙪𝙣 𝙘𝙝𝙞𝙡𝙡𝙞𝙙𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙝𝙞𝙯𝙤 𝙪𝙣 𝙧𝙚𝙫𝙪𝙚𝙡𝙤 𝙚𝙣 𝙡𝙖 𝙨𝙖𝙡𝙖. 𝙂𝙤𝙡𝙥𝙚ó 𝙡𝙖 𝙥𝙪𝙚𝙧𝙩𝙖 𝙮 𝙨𝙖𝙡𝙞ó. 𝘾𝙪𝙖𝙣𝙙𝙤 𝙘𝙤𝙧𝙧í𝙖 𝙘𝙖𝙢𝙞𝙣𝙤 𝙖𝙗𝙖𝙟𝙤, 𝙚𝙨𝙘𝙪𝙘𝙝𝙖𝙢𝙤𝙨 𝙚𝙡 𝙜𝙖𝙡𝙤𝙥𝙚 𝙙𝙚 𝙪𝙣 𝙖𝙣𝙞𝙢𝙖𝙡. 𝙔𝙖 𝙣𝙤 𝙚𝙧𝙖 𝙚𝙡 𝙙𝙪𝙚𝙣𝙙𝙚, 𝙚𝙧𝙖 𝙚𝙡 𝙙𝙚𝙢𝙤𝙣𝙞𝙤 𝙮 𝙧𝙪𝙜í𝙖 𝙘𝙤𝙢𝙤 𝙛𝙞𝙚𝙧𝙖 𝙚𝙣𝙘𝙖𝙧𝙘𝙚𝙡𝙖𝙙𝙖. 𝙇𝙤 𝙝𝙖𝙗í𝙖𝙢𝙤𝙨 𝙙𝙚𝙧𝙧𝙤𝙩𝙖𝙙𝙤. 𝙀𝙛𝙚𝙘𝙩𝙞𝙫𝙖𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚, 𝙙𝙚𝙨𝙙𝙚 𝙖𝙦𝙪𝙚𝙡𝙡𝙖 𝙫𝙚𝙯 𝙣𝙤 𝙨𝙚 𝙫𝙤𝙡𝙫𝙞𝙚𝙧𝙤𝙣 𝙖 𝙥𝙚𝙧𝙙𝙚𝙧 𝙡𝙖𝙨 𝙡𝙡𝙖𝙫𝙚𝙨 𝙮 𝙣𝙤 𝙫𝙤𝙡𝙫𝙞ó 𝙖 𝙤𝙘𝙪𝙧𝙧𝙞𝙧 𝙣𝙖𝙙𝙖 𝙚𝙭𝙩𝙧𝙖ñ𝙤. 𝙋𝙚𝙧𝙤 𝙚𝙡 𝙖𝙣𝙘𝙞𝙖𝙣𝙤 𝙣𝙤𝙨 𝙧𝙚𝙘𝙤𝙢𝙚𝙣𝙙ó 𝙦𝙪𝙚 𝙝𝙖𝙮 𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙨𝙩𝙖𝙧 𝙖𝙩𝙚𝙣𝙩𝙤𝙨 𝙥𝙤𝙧𝙦𝙪𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙙𝙚𝙢𝙤𝙣𝙞𝙤𝙨 𝙚𝙣 𝙘𝙪𝙖𝙡𝙦𝙪𝙞𝙚𝙧 𝙢𝙤𝙢𝙚𝙣𝙩𝙤 𝙥𝙖𝙨𝙖𝙣 𝙥𝙤𝙧 𝙩𝙪 𝙫𝙞𝙙𝙖.

𝙈𝙊𝙍𝘼𝙇𝙀𝙓


si te ha gustado la historia dejanos un comentario para saber tu opinion

también podéis enviarnos vuestras historias, estaremos encantados de compartirlas.

domingo, 27 de octubre de 2024

El beso de la muerte



Derechos de autor Espiral de Misterio.

El capataz Don Pedro Altamirano estaba encaprichado con la hija de Indalecio Montes , un guajiro de aquellas tierras. Don Pedro gozaba de los favores del terrateniente Don Agustín Negrete y se aprovechaba de eso para imponer su autoridad y abusar con los pobres que vivían a merced del poderoso dueño de las tierras. De vez en cuando aparecía algún guajiro @horcado en un árbol cercano a los sembradíos y aunque nadie se atrevía a opinar , todos sabían de quién era obra . María Elena era una joven extraña, silenciosa , no tenía amigas ni salía de la casa. Era hermosa, eso sí, pero nadie podía sostenerle la mirada sin sentirse intimidado por la profundidad de los ojos negros como un abismo infinito, ni siquiera su propio padre podía mirarla directo al rostro por más de unos segundos. La madre de María Elena murió en el parto y desde entonces el padre se hizo cargo. El capataz venía a menudo por el rancho de Indalecio, traía regalos que la joven ni siquiera tocaba pues como todos en el pueblo, sentía una profunda repulsión por el despreciable y abusador Don Pedro, cuyas manos estaban manchadas con s4ngre inocente. No obstante a la indiferencia de María Elena, él no aceptaría la negación, tarde o temprano sería suya , por las buenas o por las malas . Desesperado por la negación de Indalecio y el desprecio de su hija, el capataz hizo un último intento : compró un collar de diamantes para María Elena que le costó casi todo el dinero que había conseguido ahorrar durante sus años de servicio al terrateniente . Se dirigió al rancho de los Montes , convencido de que esta vez saldría de allí con su futura esposa de la mano . Sin embargo, nada fue diferente: _  mi hija no está en venta señor, ya se lo he dicho muchas veces - inquirió el viejo Indalecio y le señaló la puerta de salida al capataz. El hombre apretó la mandíbula con una rabia evidente y antes de partir lanzó la amenaza: _ van a arrepentirse de esto , lo juro - dijo besando sus dedos en cruz y salió de allí como una exhalación.La noche calló y la penumbra trajo las voces de la muerte . El rancho de Indalecio fue envuelto por las llamas de un fuego rabioso que consumió hasta el último madero y al día siguiente, los vecinos encontraron las cenizas. Algún resto del cuerpo del guajiro fue encontrado, pero de María Elena solo se encontró un pedazo de la hebilla del cinturón que siempre llevaba ajustando su vestido. La injusticia como tantas quedó silenciada , el tiempo pasó y las lluvias arrastraron las cenizas del antigüo rancho como si la naturaleza se empeñara en lavar el escenario del horrendo crímen. Una noche el capataz se encontraba reposando en una hamaca en la terraza de la casona, cuando divisó entre la niebla del camino una figura femenina que se acercaba con un caballo. Se levantó de un salto y agarró su revolver: _ Quién anda ahí? - preguntó alarmado. De entre la bruma le respondió una voz conocida: _ no dispare Don Pedro, soy yo , María Elena. Un escalofrío recorrió el cuerpo del capataz: _ no es posible, tú estás muerta - gritó Don Pedro al tiempo que hacía la señal de la cruz.

_ No Don Pedro, déjeme explicarle, yo logré escapar del incendio, déjeme acercarme y lo verá. El capataz asintió, aunque todavía incrédulo. La joven se acercó y en efecto, estaba allí en carne y hueso, no era un espectro. Le contó al capataz que ella siempre lo había amado, pero que era su padre quien se oponía y que por eso lo odiaba. Al capataz le brillaron los ojos y enseguida le ofreció que fuera su esposa. María Elena aceptó, por fin podrían vivir su amor sin que nadie se interpusiera . La boda se celebró y más de un lugareño se quedó asombrado cuando supieron la identidad de la novia a la que todos daban por muert@ . Los compadres de Indalecio murmuraron y tildarom a María Elena de traidora , pero el sanguin4rio capataz los silenció enseguida. María Elena por su parte pidió un tiempo a su esposo para consumar el matrimonio, ya que aún no estaba preparada y no muy conforme Don Pedro aceptó. Cada noche el hombre caía rendido por un sueño pesado y despertaba con la noticia de que uno de sus hombres había amanecido mu€rto . Los cuerpos parecían secos , con la boca y los ojos abiertos en una expresión de terror, como si algo hubiera succionado sus vidas lentamente. Nadie podía explicarse aquellos sucesos, ni siquiera las autoridades.La mu€rte extendió su reino por aquellos lares sin que nada pudiera detenerla , aunque respetó a los campesinos, solo se llevó a los trabajadores de la hacienda y secuaces del capataz , incluso , al permisivo terrateniente . Cuando solo quedaba Don Pedro, María Elena entró por fin a la habitación matrimonial y besó a su esposo, la vida de don Pedro se fue con aquel beso. Luego María Elena montó en su caballo y desapareció, los charcos del camino reflejaban a su paso un rostro que no era de este mundo, de hecho, nunca lo había sido.

si te ha gustado la historia dejanos un comentario para saber tu opinion

también podéis enviarnos vuestras historias, estaremos encantados de compartirlas.



Brujas y gatos


 sisi te ha gustado la historia dejanos un comentario para saber tu opinion


sábado, 26 de octubre de 2024

El alma de jonas


𝐸𝑛 𝑒𝑠𝑒 𝑙𝑢𝑔𝑎𝑟 𝑒𝑛 𝑙𝑜 𝑚𝑎́𝑠 𝑝𝑟𝑜𝑓𝑢𝑛𝑑𝑜 𝑑𝑒𝑙 𝑏𝑜𝑠𝑞𝑢𝑒, 𝑑𝑜𝑛𝑑𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑎́𝑟𝑏𝑜𝑙𝑒𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑠𝑢 𝑡𝑎𝑚𝑎𝑛̃𝑜 𝑜𝑠𝑐𝑢𝑟𝑒𝑐𝑒𝑛 𝑡𝑜𝑑𝑜 𝑦 𝑝𝑎𝑟𝑒𝑐𝑒𝑛 𝑡𝑒𝑛𝑒𝑟 𝑣𝑖𝑑𝑎 𝑝𝑟𝑜𝑝𝑖𝑎, 𝑠𝑒 𝑔𝑢𝑎𝑟𝑑𝑎 𝑙𝑎 𝑙𝑒𝑦𝑒𝑛𝑑𝑎 𝑑𝑒 𝐽𝑜𝑛𝑎́𝑠, 𝑢𝑛 𝘩𝑜𝑚𝑏𝑟𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝘩𝑎𝑏𝑖́𝑎 𝑠𝑜𝑛̃𝑎𝑑𝑜 𝑐𝑜𝑛 𝑙𝑎 𝑙𝑖𝑏𝑒𝑟𝑡𝑎𝑑 𝑒𝑛 𝑙𝑜𝑠 𝑡𝑖𝑒𝑚𝑝𝑜𝑠 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑒𝑠𝑐𝑙𝑎𝑣𝑖𝑡𝑢𝑑. 𝑆𝑢 𝘩𝑖𝑠𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎 𝑐𝑜𝑚𝑒𝑛𝑧𝑜́ 𝑐𝑜𝑛 𝑢𝑛𝑎 𝑏𝑢́𝑠𝑞𝑢𝑒𝑑𝑎 𝑑𝑒𝑠𝑒𝑠𝑝𝑒𝑟𝑎𝑑𝑎 𝑝𝑜𝑟 𝑒𝑠𝑐𝑎𝑝𝑎𝑟 𝑑𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑔𝑟𝑖𝑙𝑙𝑒𝑡𝑒𝑠 𝑑𝑒𝑙 𝑦𝑢𝑔𝑜 𝑑𝑒 𝑠𝑢𝑠 𝑜𝑝𝑟𝑒𝑠𝑜𝑟𝑒𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑜 𝑎𝑡𝑎𝑏𝑎𝑛 𝑦 𝑙𝑒 𝑑𝑎𝑏𝑎𝑛 𝑠𝑜𝑙𝑜 𝑠𝑢𝑓𝑟𝑖𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑡𝑒𝑟𝑚𝑖𝑛𝑜́ 𝑒𝑛 𝑢𝑛𝑎 𝑡𝑟𝑎𝑔𝑒𝑑𝑖𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑣𝑖𝑟𝑡𝑖𝑜́ 𝑒𝑛 𝑙𝑒𝑦𝑒𝑛𝑑𝑎. 𝐽𝑜𝑛𝑎́𝑠 𝘩𝑎𝑏𝑖́𝑎 𝘩𝑢𝑖𝑑𝑜 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑝𝑙𝑎𝑛𝑡𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑑𝑒 𝑠𝑢𝑠 𝑎𝑚𝑜𝑠, 𝑑𝑖𝑠𝑝𝑢𝑒𝑠𝑡𝑜 𝑎 𝑒𝑛𝑓𝑟𝑒𝑛𝑡𝑎𝑟𝑠𝑒 𝑎𝑙 𝑝𝑒𝑙𝑖𝑔𝑟𝑜, 𝑎 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑎, 𝑎 𝑑𝑒𝑠𝑎𝑓𝑖𝑎𝑟 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑣𝑖𝑛𝑖𝑒𝑟𝑎 𝑐𝑜𝑛 𝑡𝑎𝑙 𝑑𝑒 𝑣𝑖𝑣𝑖𝑟 𝑒𝑛 𝑙𝑖𝑏𝑒𝑟𝑡𝑎𝑑. 𝑆𝑖𝑛 𝑒𝑚𝑏𝑎𝑟𝑔𝑜, 𝑠𝑢 𝑏𝑢́𝑠𝑞𝑢𝑒𝑑𝑎 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑙𝑖𝑏𝑒𝑟𝑡𝑎𝑑 𝑓𝑢𝑒 𝑐𝑜𝑟𝑡𝑎𝑑𝑎 𝑝𝑜𝑟 𝑙𝑜𝑠 𝑐𝑎𝑝𝑡𝑜𝑟𝑒𝑠, 𝑒𝑛𝑐𝑎𝑏𝑒𝑧𝑎𝑑𝑎 𝑝𝑜𝑟 𝑢𝑛 𝑐𝑟𝑢𝑒𝑙 𝑦 𝑑𝑒𝑠𝑝𝑖𝑎𝑑𝑎𝑑𝑜 𝑠𝑒𝑛̃𝑜𝑟 𝑞𝑢𝑒 𝑓𝑢𝑒 𝑒𝑙 𝑒𝑛𝑐𝑎𝑟𝑔𝑎𝑑𝑜 𝑑𝑒 𝑑𝑎𝑟𝑙𝑒 𝑐𝑎𝑝𝑡𝑢𝑟𝑎. 𝐿𝑜 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑖𝑔𝑢𝑖𝑒𝑟𝑜𝑛 𝑠𝑖𝑛 𝑐𝑒𝑠𝑎𝑟, 𝑎𝑛𝑠𝑖𝑜𝑠𝑜𝑠 𝑑𝑒 𝑑𝑎𝑟 𝑐𝑜𝑛 𝑠𝑢 𝑐𝑎𝑝𝑡𝑢𝑟𝑎 𝑒𝑗𝑒𝑚𝑝𝑙𝑜 𝑎 𝑙𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑚𝑎́𝑠 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜 𝑠𝑖𝑔𝑢𝑖𝑒𝑟𝑎𝑛 𝑒𝑙 𝑚𝑖𝑠𝑚𝑜 𝑐𝑎𝑚𝑖𝑛𝑜. 𝑈𝑛𝑎 𝑛𝑜𝑐𝘩𝑒, 𝑓𝑖𝑛𝑎𝑙𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑙𝑜 𝑒𝑛𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑎𝑟𝑜𝑛 𝑒𝑠𝑐𝑜𝑛𝑑𝑖𝑑𝑜 𝑒𝑛 𝑢𝑛𝑎 𝑝𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛̃𝑎 𝑐𝘩𝑜𝑧𝑎 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑙𝑎 𝑚𝑎𝑟𝑎𝑛̃𝑎 𝑐𝑜𝑛 𝑠𝑢 𝑓𝑎𝑚𝑖𝑙𝑖𝑎. 𝐿𝑎 𝑒𝑠𝑐𝑒𝑛𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑖𝑔𝑢𝑖𝑜́ 𝑓𝑢𝑒 𝑑𝑒 𝘩𝑜𝑟𝑟𝑜𝑟 𝑖𝑛𝑖𝑚𝑎𝑔𝑖𝑛𝑎𝑏𝑙𝑒. 𝐽𝑜𝑛𝑎́𝑠 𝑦 𝑠𝑢 𝑓𝑎𝑚𝑖𝑙𝑖𝑎 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑜𝑛 𝑎𝑠𝑒𝑠𝑖𝑛𝑎𝑑𝑜𝑠 𝑠𝑖𝑛 𝑝𝑖𝑒𝑑𝑎𝑑. 𝑆𝑢𝑠 𝑔𝑟𝑖𝑡𝑜𝑠 𝑎𝘩𝑜𝑔𝑎𝑑𝑜𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑒𝑙 𝑠𝑖𝑙𝑒𝑛𝑐𝑖𝑜 𝑑𝑒𝑙 𝑏𝑜𝑠𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑜𝑛 𝑒𝑠𝑐𝑢𝑐𝘩𝑎𝑑𝑜𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑛𝑎𝑑𝑖𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑝𝑢𝑑𝑖𝑒𝑟𝑎 𝑠𝑜𝑐𝑜𝑟𝑟𝑒𝑟𝑙𝑜𝑠. 𝑃𝑒𝑟𝑜 𝑙𝑎 𝑚𝑢𝑒𝑟𝑡𝑒, 𝑝𝑜𝑟 𝑓𝑖𝑛, 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝐽𝑜𝑛𝑎́𝑠 𝑙𝑒 𝑑𝑖𝑜 𝑡𝑎𝑙 𝑣𝑒𝑧 𝑙𝑎 𝑙𝑖𝑏𝑒𝑟𝑡𝑎𝑑 𝑑𝑒 𝑠𝑢𝑠 𝑜𝑝𝑟𝑒𝑠𝑜𝑟𝑒𝑠, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑠𝑢 𝑎𝑙𝑚𝑎 𝑞𝑢𝑒𝑑𝑜́ 𝑒𝑛𝑐𝑎𝑑𝑒𝑛𝑎𝑑𝑎, 𝑙𝑙𝑒𝑛𝑎 𝑑𝑒 𝑑𝑜𝑙𝑜𝑟, 𝑠𝑒𝑑 𝑦 𝑣𝑒𝑛𝑔𝑎𝑛𝑧𝑎. 𝑆𝑒 𝑑𝑖𝑐𝑒 𝑞𝑢𝑒, 𝑒𝑛 𝑠𝑢 𝘩𝑢𝑖𝑑𝑎, 𝘩𝑖𝑧𝑜 𝑢𝑛 𝑝𝑎𝑐𝑡𝑜 𝑐𝑜𝑛 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑧𝑎𝑠 𝑜𝑠𝑐𝑢𝑟𝑎𝑠 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑡𝑟𝑎𝑡𝑎𝑟 𝑑𝑒 𝘩𝑢𝑖𝑟, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑎𝑙 𝑚𝑜𝑟𝑖𝑟 𝑠𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑣𝑖𝑟𝑡𝑖𝑜́ 𝑒𝑛 𝑢𝑛 𝑑𝑒𝑚𝑜𝑛𝑖𝑜 𝑣𝑒𝑛𝑔𝑎𝑑𝑜𝑟. 𝑆𝑢 𝑒𝑠𝑝𝑖́𝑟𝑖𝑡𝑢 𝑎𝘩𝑜𝑟𝑎 𝑣𝑎𝑔𝑎 𝑝𝑜𝑟 𝑒𝑙 𝑏𝑜𝑠𝑞𝑢𝑒, 𝑒𝑚𝑒𝑟𝑔𝑖𝑜́ 𝑑𝑒𝑠𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑚𝑢𝑒𝑟𝑡𝑒 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑒𝑔𝑢𝑖𝑟 𝑎 𝑎𝑞𝑢𝑒𝑙𝑙𝑜𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑒 𝑞𝑢𝑖𝑡𝑎𝑟𝑜𝑛 𝑠𝑢 𝑙𝑖𝑏𝑒𝑟𝑡𝑎𝑑 𝑦 𝑠𝑢 𝑣𝑖𝑑𝑎. 𝐴𝑠𝑖́ 𝑞𝑢𝑒 𝑎𝑠𝑒𝑠𝑖𝑛𝑜́ 𝑎 𝑣𝑎𝑟𝑖𝑜𝑠 𝑑𝑒 𝑠𝑢𝑠 𝑎𝑠𝑒𝑠𝑖𝑛𝑜𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜 𝑙𝑜𝑔𝑟𝑎𝑟𝑜𝑛 𝑠𝑎𝑙𝑖𝑟 𝑑𝑒𝑙 𝑏𝑜𝑠𝑞𝑢𝑒. 𝐿𝑜𝑠 𝑐𝑎𝑝𝑡𝑜𝑟𝑒𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑜𝑏𝑟𝑒𝑣𝑖𝑣𝑖𝑒𝑟𝑜𝑛 𝑎 𝑙𝑎 𝑚𝑎𝑠𝑎𝑐𝑟𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑎𝑟𝑜𝑛 𝑞𝑢𝑒 𝑢𝑛 𝑎𝑙𝑚𝑎 𝑒𝑛𝑑𝑒𝑚𝑜𝑛𝑖𝑎𝑑𝑎 𝑙𝑜𝑠 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑒𝑔𝑢𝑖́𝑎, 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑠𝑖 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑎 𝑢𝑛𝑎 𝑓𝑖𝑒𝑟𝑎. 𝐿𝑜𝑠 𝑝𝑜𝑐𝑜𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑜𝑏𝑟𝑒𝑣𝑖𝑣𝑖𝑒𝑟𝑜𝑛 𝑐𝑜𝑚𝑒𝑛𝑧𝑎𝑟𝑜𝑛 𝑎 𝑑𝑒𝑠𝑎𝑝𝑎𝑟𝑒𝑐𝑒𝑟 𝑢𝑛𝑜 𝑎 𝑢𝑛𝑜, 𝑣𝑖́𝑐𝑡𝑖𝑚𝑎𝑠 𝑑𝑒 𝑢𝑛𝑎 𝑓𝑢𝑟𝑖𝑎 𝑠𝑜𝑏𝑟𝑒𝑛𝑎𝑡𝑢𝑟𝑎𝑙. 𝑈𝑛𝑎 𝑏𝑒𝑠𝑡𝑖𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑜𝑙𝑖́𝑎 𝑎 𝑎𝑧𝑢𝑓𝑟𝑒, 𝑎 𝑝𝑜𝑑𝑟𝑒𝑑𝑢𝑚𝑏𝑟𝑒 𝑦 𝑎 𝑚𝑖𝑒𝑑𝑜. 𝐴 𝑚𝑒𝑑𝑖𝑑𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑝𝑎𝑠𝑎𝑟𝑜𝑛 𝑙𝑜𝑠 𝑎𝑛̃𝑜𝑠, 𝑎𝑞𝑢𝑒𝑙 𝑏𝑜𝑠𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑣𝑖𝑟𝑡𝑖𝑜́ 𝑒𝑛 𝑢𝑛 𝑙𝑢𝑔𝑎𝑟 𝑑𝑒 𝑚𝑖𝑠𝑡𝑒𝑟𝑖𝑜 𝑦 𝑠𝑢𝑝𝑒𝑟𝑠𝑡𝑖𝑐𝑖𝑜́𝑛, 𝑢𝑛 𝑙𝑢𝑔𝑎𝑟 𝑑𝑜𝑛𝑑𝑒 𝑒𝑙 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑒 𝑎𝑡𝑟𝑒𝑣𝑎 𝑎 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑎𝑟 𝑒𝑛 𝑙𝑎 𝑛𝑜𝑐𝘩𝑒 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑒 𝑒𝑛𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑎𝑟𝑠𝑒 𝑎 𝐽𝑜𝑛𝑎́𝑠. 𝐸𝑙 𝑙𝑢𝑔𝑎𝑟 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑐𝑖́𝑓𝑖𝑐𝑜 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑚𝑎𝑠𝑎𝑐𝑟𝑒 𝑠𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑣𝑖𝑟𝑡𝑖𝑜́ 𝑒𝑛 𝑢𝑛 𝑙𝑢𝑔𝑎𝑟 𝑑𝑜𝑛𝑑𝑒 𝑠𝑢𝑐𝑒𝑑𝑒𝑛 𝑒𝑣𝑒𝑛𝑡𝑜𝑠 𝑖𝑛𝑒𝑥𝑝𝑙𝑖𝑐𝑎𝑏𝑙𝑒𝑠: 𝑎́𝑟𝑏𝑜𝑙𝑒𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑝𝑎𝑟𝑒𝑐𝑒𝑛 𝑠𝑎𝑛𝑔𝑟𝑎𝑟, 𝑠𝑜𝑚𝑏𝑟𝑎𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑒 𝑚𝑢𝑒𝑣𝑒𝑛 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑒𝑙 𝑏𝑜𝑠𝑞𝑢𝑒, 𝑔𝑟𝑖𝑡𝑜𝑠, 𝑙𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑝𝑎𝑟𝑒𝑐𝑒𝑛 𝑣𝑒𝑛𝑖𝑟 𝑑𝑒 𝑛𝑖𝑛𝑔𝑢𝑛𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑡𝑒 𝑦 𝑑𝑒 𝑡𝑜𝑑𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑡𝑒 𝑎 𝑙𝑎 𝑣𝑒𝑧. 𝐿𝑜𝑠 𝑝𝑜𝑏𝑙𝑎𝑑𝑜𝑟𝑒𝑠 𝑐𝑒𝑟𝑐𝑎𝑛𝑜𝑠 𝑑𝑖𝑐𝑒𝑛 𝑞𝑢𝑒 𝐽𝑜𝑛𝑎́𝑠 𝑎𝑢́𝑛 𝑝𝑒𝑛𝑎 𝑒𝑛 𝑒𝑠𝑡𝑒 𝑚𝑢𝑛𝑑𝑜 𝑦 𝑠𝑖𝑔𝑢𝑒 𝑏𝑢𝑠𝑐𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑣𝑒𝑛𝑔𝑎𝑛𝑧𝑎, 𝑢𝑛𝑎 𝑣𝑒𝑛𝑔𝑎𝑛𝑧𝑎 𝑒𝑡𝑒𝑟𝑛𝑎.

𝑀𝑂𝑅𝐴𝐿𝐸𝑋


si te ha gustado la historia dejanos un comentario para saber tu opinion

también podéis enviarnos vuestras historias, estaremos encantados de compartirlas.


La maldicion del muñeco


𝙀́𝙡 𝙝𝙖𝙗𝙞́𝙖 𝙗𝙪𝙨𝙘𝙖𝙙𝙤 𝙚𝙡 𝙡𝙪𝙜𝙖𝙧 𝙥𝙚𝙧𝙛𝙚𝙘𝙩𝙤 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙘𝙤𝙣𝙨𝙩𝙧𝙪𝙞𝙧 𝙨𝙪 𝙝𝙤𝙜𝙖𝙧, 𝙩𝙚𝙣𝙞́𝙖 𝙥𝙡𝙖𝙣𝙚𝙨 𝙙𝙚 𝙢𝙖𝙩𝙧𝙞𝙢𝙤𝙣𝙞𝙤 𝙮 𝙣𝙚𝙘𝙚𝙨𝙞𝙩𝙖𝙗𝙖 𝙙𝙤́𝙣𝙙𝙚 𝙚𝙙𝙞𝙛𝙞𝙘𝙖𝙧 𝙖𝙦𝙪𝙚𝙡. 𝙁𝙞𝙣𝙖𝙡𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙚𝙣𝙘𝙤𝙣𝙩𝙧𝙤́ 𝙪𝙣 𝙩𝙚𝙧𝙧𝙚𝙣𝙤 𝙖 𝙡𝙖𝙨 𝙖𝙛𝙪𝙚𝙧𝙖𝙨 𝙙𝙚𝙡 𝙥𝙪𝙚𝙗𝙡𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙧𝙖 𝙚𝙡 𝙞𝙙𝙚𝙖𝙡: 𝙪𝙣 𝙡𝙪𝙜𝙖𝙧 𝙩𝙧𝙖𝙣𝙦𝙪𝙞𝙡𝙤 𝙧𝙤𝙙𝙚𝙖𝙙𝙤 𝙙𝙚 𝙖́𝙧𝙗𝙤𝙡𝙚𝙨 𝙘𝙤𝙣 𝙪𝙣𝙖 𝙫𝙞𝙨𝙩𝙖 𝙞𝙢𝙥𝙧𝙚𝙨𝙞𝙤𝙣𝙖𝙣𝙩𝙚 𝙙𝙚𝙡 𝙫𝙖𝙡𝙡𝙚. 𝙎𝙞𝙣 𝙙𝙪𝙙𝙖𝙧𝙡𝙤, 𝙘𝙤𝙢𝙥𝙧𝙤́ 𝙖𝙦𝙪𝙚𝙡 𝙩𝙚𝙧𝙧𝙚𝙣𝙤 𝙮 𝙘𝙤𝙢𝙚𝙣𝙯𝙤́ 𝙖 𝙘𝙤𝙣𝙨𝙩𝙧𝙪𝙞𝙧 𝙡𝙖 𝙘𝙖𝙨𝙖 𝙙𝙚 𝙨𝙪𝙨 𝙨𝙪𝙚𝙣̃𝙤𝙨 𝙘𝙤𝙣 𝙨𝙪𝙨 𝙥𝙧𝙤𝙥𝙞𝙖𝙨 𝙢𝙖𝙣𝙤𝙨.
𝘿𝙚𝙨𝙙𝙚 𝙚𝙡 𝙥𝙧𝙞𝙣𝙘𝙞𝙥𝙞𝙤 𝙨𝙞𝙣𝙩𝙞𝙤́ 𝙦𝙪𝙚 𝙖𝙡𝙜𝙤 𝙣𝙤 𝙚𝙨𝙩𝙖𝙗𝙖 𝙗𝙞𝙚𝙣. 𝙀𝙨𝙘𝙪𝙘𝙝𝙖𝙗𝙖 𝙫𝙤𝙘𝙚𝙨 𝙦𝙪𝙚 𝙡𝙤 𝙡𝙡𝙖𝙢𝙖𝙗𝙖𝙣 𝙥𝙤𝙧 𝙨𝙪 𝙣𝙤𝙢𝙗𝙧𝙚 𝙘𝙪𝙖𝙣𝙙𝙤 𝙚𝙨𝙩𝙖𝙗𝙖 𝙨𝙤𝙡𝙤 𝙚𝙣 𝙘𝙖𝙨𝙖. 𝘼𝙡 𝙥𝙧𝙞𝙣𝙘𝙞𝙥𝙞𝙤 𝙥𝙚𝙣𝙨𝙤́ 𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙧𝙖 𝙡𝙖 𝙞𝙢𝙖𝙜𝙞𝙣𝙖𝙘𝙞𝙤́𝙣 𝙤 𝙧𝙪𝙞𝙙𝙤𝙨 𝙙𝙚𝙡 𝙫𝙞𝙚𝙣𝙩𝙤, 𝙥𝙚𝙧𝙤 𝙥𝙧𝙤𝙣𝙩𝙤 𝙨𝙚 𝙙𝙞𝙤 𝙘𝙪𝙚𝙣𝙩𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙡𝙡𝙖𝙢𝙖𝙙𝙤𝙨 𝙚𝙧𝙖𝙣 𝙞𝙣𝙨𝙞𝙨𝙩𝙚𝙣𝙩𝙚𝙨. 𝙋𝙖𝙧𝙚𝙘𝙞́𝙖𝙣 𝙫𝙚𝙣𝙞𝙧 𝙙𝙚 𝙩𝙤𝙙𝙖𝙨 𝙙𝙞𝙧𝙚𝙘𝙘𝙞𝙤𝙣𝙚𝙨. 𝙏𝙖𝙢𝙗𝙞𝙚́𝙣 𝙚𝙨𝙘𝙪𝙘𝙝𝙖𝙗𝙖 𝙜𝙤𝙡𝙥𝙚𝙨 𝙮 𝙧𝙪𝙞𝙙𝙤𝙨 𝙘𝙤𝙢𝙤 𝙨𝙞 𝙖𝙡𝙜𝙪𝙞𝙚𝙣 𝙤 𝙖𝙡𝙜𝙤 𝙚𝙨𝙩𝙪𝙫𝙞𝙚𝙧𝙖 𝙘𝙤𝙧𝙧𝙞𝙚𝙣𝙙𝙤 𝙖𝙡𝙧𝙚𝙙𝙚𝙙𝙤𝙧 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙘𝙖𝙨𝙖. 𝙀𝙨𝙩𝙖𝙗𝙖 𝙙𝙚𝙨𝙘𝙤𝙣𝙘𝙚𝙧𝙩𝙖𝙙𝙤 𝙮 𝙖𝙨𝙪𝙨𝙩𝙖𝙙𝙤. 𝙉𝙤 𝙨𝙖𝙗𝙞́𝙖 𝙦𝙪𝙚́ 𝙝𝙖𝙘𝙚𝙧 𝙣𝙞 𝙦𝙪𝙚́ 𝙚𝙨𝙩𝙖𝙗𝙖 𝙥𝙖𝙨𝙖𝙣𝙙𝙤, 𝙣𝙞 𝙘𝙤́𝙢𝙤 𝙚𝙣𝙩𝙚𝙣𝙙𝙚𝙧𝙡𝙤, 𝙨𝙞 𝙚𝙧𝙖 𝙪𝙣 𝙡𝙪𝙜𝙖𝙧 𝙣𝙪𝙚𝙫𝙤.
𝙐𝙣 𝙙𝙞́𝙖, 𝙪𝙣 𝙫𝙚𝙘𝙞𝙣𝙤 𝙡𝙚 𝙧𝙚𝙘𝙤𝙢𝙚𝙣𝙙𝙤́ 𝙖 𝙪𝙣 𝙝𝙤𝙢𝙗𝙧𝙚 𝙦𝙪𝙚 𝙨𝙚 𝙙𝙚𝙘𝙞́𝙖 𝙚𝙭𝙥𝙚𝙧𝙩𝙤 𝙚𝙣 𝙩𝙚𝙢𝙖𝙨 𝙥𝙖𝙧𝙖𝙣𝙤𝙧𝙢𝙖𝙡𝙚𝙨. 𝙀́𝙡 𝙚𝙨𝙩𝙖𝙗𝙖 𝙙𝙞𝙨𝙥𝙪𝙚𝙨𝙩𝙤 𝙖 𝙘𝙪𝙖𝙡𝙦𝙪𝙞𝙚𝙧 𝙘𝙤𝙨𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙡𝙚 𝙖𝙮𝙪𝙙𝙖𝙧𝙖. 𝙎𝙤𝙡𝙤 𝙦𝙪𝙚𝙧𝙞́𝙖 𝙘𝙤𝙣𝙨𝙩𝙧𝙪𝙞𝙧 𝙚𝙣 𝙥𝙖𝙯 𝙨𝙪 𝙝𝙤𝙜𝙖𝙧. 𝙀𝙡 𝙝𝙤𝙢𝙗𝙧𝙚 𝙨𝙚 𝙥𝙧𝙚𝙨𝙚𝙣𝙩𝙤́ 𝙮 𝙡𝙡𝙚𝙜𝙤́ 𝙖 𝙡𝙖 𝙘𝙖𝙨𝙖 𝙚𝙣 𝙡𝙖 𝙣𝙤𝙘𝙝𝙚. 𝙇𝙚 𝙖𝙙𝙫𝙞𝙧𝙩𝙞𝙤́ 𝙦𝙪𝙚 𝙡𝙖 𝙫𝙞𝙨𝙞𝙩𝙖 𝙙𝙚𝙗𝙚𝙧𝙞́𝙖 𝙨𝙚𝙧 𝙚𝙣 𝙡𝙖 𝙤𝙨𝙘𝙪𝙧𝙞𝙙𝙖𝙙. 𝘼𝙨𝙞́ 𝙦𝙪𝙚 𝙝𝙖𝙗𝙞́𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙖𝙥𝙖𝙜𝙖𝙧 𝙩𝙤𝙙𝙖𝙨 𝙡𝙖𝙨 𝙡𝙪𝙘𝙚𝙨, 𝙥𝙤𝙧𝙦𝙪𝙚 𝙡𝙖 𝙚𝙣𝙚𝙧𝙜𝙞́𝙖 𝙚𝙨𝙥𝙖𝙣𝙩𝙖 𝙖𝙦𝙪𝙚𝙡𝙡𝙤𝙨 𝙨𝙚𝙧𝙚𝙨 𝙮 𝙣𝙤 𝙡𝙤𝙨 𝙙𝙚𝙟𝙖 𝙖𝙥𝙖𝙧𝙚𝙘𝙚𝙧 𝙘𝙤𝙣 𝙘𝙡𝙖𝙧𝙞𝙙𝙖𝙙.
𝙀𝙡 𝙝𝙤𝙢𝙗𝙧𝙚 𝙘𝙤𝙢𝙚𝙣𝙯𝙤́ 𝙖 𝙘𝙖𝙢𝙞𝙣𝙖𝙧 𝙥𝙤𝙧 𝙩𝙤𝙙𝙤𝙨 𝙡𝙤𝙨 𝙖𝙡𝙧𝙚𝙙𝙚𝙙𝙤𝙧𝙚𝙨 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙘𝙖𝙨𝙖, 𝙘𝙚𝙧𝙧𝙖𝙣𝙙𝙤 𝙨𝙪𝙨 𝙤𝙟𝙤𝙨 𝙮 𝙘𝙤𝙣𝙘𝙚𝙣𝙩𝙧𝙖́𝙣𝙙𝙤𝙨𝙚. 𝘿𝙚 𝙧𝙚𝙥𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙨𝙚 𝙙𝙚𝙩𝙪𝙫𝙤 𝙚𝙣 𝙪𝙣 𝙥𝙪𝙣𝙩𝙤 𝙚𝙨𝙥𝙚𝙘𝙞́𝙛𝙞𝙘𝙤 𝙙𝙚𝙡 𝙟𝙖𝙧𝙙𝙞́𝙣 𝙮 𝙙𝙞𝙟𝙤: “𝘼𝙦𝙪𝙞́ 𝙝𝙖𝙮 𝙖𝙡𝙜𝙤 𝙚𝙣𝙩𝙚𝙧𝙧𝙖𝙙𝙤”. 𝘿𝙞𝙟𝙤 𝙘𝙤𝙣 𝙘𝙤𝙣𝙫𝙞𝙘𝙘𝙞𝙤́𝙣: “𝘼𝙡𝙜𝙤 𝙛𝙪𝙚 𝙥𝙪𝙚𝙨𝙩𝙤 𝙖𝙦𝙪𝙞́, 𝙡𝙤 𝙚𝙣𝙩𝙚𝙧𝙧𝙖𝙧𝙤𝙣 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙙𝙚𝙨𝙩𝙧𝙪𝙞𝙧𝙡𝙚 𝙡𝙖 𝙫𝙞𝙙𝙖 𝙮 𝙝𝙖𝙘𝙚𝙧𝙡𝙚 𝙙𝙖𝙣̃𝙤”. 𝙀́𝙡 𝙚𝙨𝙩𝙖𝙗𝙖 𝙝𝙤𝙧𝙧𝙤𝙧𝙞𝙯𝙖𝙙𝙤, 𝙥𝙚𝙧𝙤 𝙚𝙡 𝙗𝙧𝙪𝙟𝙤 𝙥𝙞𝙙𝙞𝙤́ 𝙪𝙣 𝙥𝙞𝙘𝙤 𝙮 𝙪𝙣𝙖 𝙥𝙖𝙡𝙖. 𝙇𝙚 𝙙𝙞𝙟𝙤 𝙖𝙡 𝙙𝙪𝙚𝙣̃𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙢𝙥𝙚𝙯𝙖𝙧𝙖 𝙖 𝙘𝙖𝙫𝙖𝙧, 𝙥𝙚𝙧𝙤 𝙚𝙣 𝙪𝙣 𝙢𝙤𝙢𝙚𝙣𝙩𝙤 𝙙𝙖𝙙𝙤, 𝙚𝙡 𝙗𝙧𝙪𝙟𝙤 𝙡𝙚 𝙙𝙞𝙟𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙮𝙖 𝙣𝙤 𝙚𝙧𝙖 𝙣𝙚𝙘𝙚𝙨𝙖𝙧𝙞𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙚́𝙡 𝙡𝙚 𝙨𝙞𝙜𝙪𝙞𝙚𝙧𝙖 𝙖𝙮𝙪𝙙𝙖𝙣𝙙𝙤, 𝙦𝙪𝙚 𝙚́𝙡 𝙨𝙚 𝙚𝙣𝙘𝙖𝙧𝙜𝙖𝙧𝙞́𝙖 𝙙𝙚 𝙨𝙖𝙘𝙖𝙧 𝙖𝙦𝙪𝙚𝙡𝙡𝙤, 𝙥𝙤𝙧𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙣 𝙫𝙚𝙧𝙙𝙖𝙙 𝙚𝙧𝙖 𝙗𝙖𝙨𝙩𝙖𝙣𝙩𝙚 𝙢𝙖𝙡𝙚́𝙛𝙞𝙘𝙤.
𝙁𝙞𝙣𝙖𝙡𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚, 𝙚𝙡 𝙝𝙤𝙢𝙗𝙧𝙚 𝙚𝙣𝙘𝙤𝙣𝙩𝙧𝙤́ 𝙪𝙣 𝙢𝙪𝙣̃𝙚𝙘𝙤, 𝙖𝙡 𝙥𝙖𝙧𝙚𝙘𝙚𝙧 𝙙𝙚 𝙥𝙖𝙨𝙩𝙖, 𝙘𝙤𝙣 𝙤𝙟𝙤𝙨 𝙫𝙚𝙧𝙙𝙚𝙨 𝙢𝙪𝙮 𝙗𝙧𝙞𝙡𝙡𝙖𝙣𝙩𝙚𝙨 𝙮 𝙚𝙣 𝙨𝙪 𝙚𝙨𝙩𝙤́𝙢𝙖𝙜𝙤 𝙝𝙖𝙗𝙞́𝙖 𝙪𝙣 𝙨𝙖𝙦𝙪𝙞𝙩𝙤 𝙡𝙡𝙚𝙣𝙤 𝙙𝙚 𝙩𝙞𝙚𝙧𝙧𝙖 𝙙𝙚 𝙘𝙚𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚𝙧𝙞𝙤 𝙨𝙚𝙜𝙪́𝙣 𝙙𝙞𝙟𝙤 𝙚𝙡 𝙗𝙧𝙪𝙟𝙤. 𝙀𝙨𝙩𝙚 𝙚𝙧𝙖 𝙪𝙣 𝙢𝙪𝙣̃𝙚𝙘𝙤 𝙙𝙚 𝙗𝙧𝙪𝙟𝙚𝙧𝙞́𝙖 𝙣𝙚𝙜𝙧𝙖 𝙮 𝙚𝙧𝙖 𝙗𝙖𝙨𝙩𝙖𝙣𝙩𝙚 𝙙𝙚𝙡𝙞𝙘𝙖𝙙𝙖 𝙮 𝙥𝙚𝙡𝙞𝙜𝙧𝙤𝙨𝙖. 𝙁𝙪𝙚 𝙘𝙧𝙚𝙖𝙙𝙤 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙝𝙖𝙘𝙚𝙧𝙡𝙚 𝙙𝙖𝙣̃𝙤, 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙖𝙧𝙧𝙪𝙞𝙣𝙖𝙧 𝙨𝙪 𝙫𝙞𝙙𝙖 𝙮 𝙨𝙪𝙨 𝙣𝙚𝙜𝙤𝙘𝙞𝙤𝙨, 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙙𝙚𝙨𝙩𝙧𝙪𝙞𝙧𝙡𝙤 𝙥𝙤𝙧 𝙘𝙤𝙢𝙥𝙡𝙚𝙩𝙤. 𝙇𝙚 𝙙𝙞𝙟𝙤 𝙩𝙖𝙢𝙗𝙞𝙚́𝙣 𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙡 𝙢𝙪𝙣̃𝙚𝙘𝙤 𝙨𝙚 𝙙𝙚𝙗𝙞́𝙖 𝙖𝙧𝙧𝙤𝙟𝙖𝙧 𝙚𝙣 𝙪𝙣 𝙡𝙪𝙜𝙖𝙧 𝙙𝙤𝙣𝙙𝙚 𝙝𝙪𝙗𝙞𝙚𝙨𝙚 𝙢𝙪𝙘𝙝𝙖 𝙖𝙜𝙪𝙖 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙨𝙚 𝙡𝙡𝙚𝙫𝙖𝙧𝙖 𝙚𝙨𝙖𝙨 𝙚𝙣𝙚𝙧𝙜𝙞́𝙖𝙨 𝙮 𝙨𝙚 𝙙𝙞𝙨𝙤𝙡𝙫𝙞𝙚𝙧𝙖 𝙚𝙨𝙚 𝙥𝙤𝙙𝙚𝙧.
𝙀́𝙡 𝙚𝙨𝙩𝙖𝙗𝙖 𝙙𝙞𝙨𝙥𝙪𝙚𝙨𝙩𝙤 𝙖 𝙡𝙡𝙚𝙫𝙖𝙧𝙨𝙚 𝙚𝙡 𝙢𝙪𝙣̃𝙚𝙘𝙤 𝙮 𝙩𝙞𝙧𝙖𝙧𝙡𝙤 𝙚𝙣 𝙪𝙣 𝙡𝙪𝙜𝙖𝙧 𝙘𝙤𝙢𝙤 𝙖𝙦𝙪𝙚𝙡. 𝙀𝙡 𝙙𝙪𝙚𝙣̃𝙤 𝙙𝙚 𝙘𝙖𝙨𝙖 𝙖𝙘𝙚𝙥𝙩𝙤́; 𝙨𝙤𝙡𝙤 𝙦𝙪𝙚𝙧𝙞́𝙖 𝙡𝙞𝙗𝙧𝙖𝙧𝙨𝙚 𝙙𝙚 𝙖𝙦𝙪𝙚𝙡𝙡𝙤. 𝘾𝙪𝙖𝙣𝙙𝙤 𝙨𝙚 𝙡𝙡𝙚𝙫𝙤́ 𝙚𝙡 𝙢𝙪𝙣̃𝙚𝙘𝙤, 𝙚𝙡 𝙙𝙪𝙚𝙣̃𝙤 𝙣𝙤𝙩𝙤́ 𝙪𝙣 𝙘𝙖𝙢𝙗𝙞𝙤 𝙞𝙣𝙢𝙚𝙙𝙞𝙖𝙩𝙤: 𝙡𝙤𝙨 𝙧𝙪𝙞𝙙𝙤𝙨, 𝙡𝙖𝙨 𝙫𝙤𝙘𝙚𝙨 𝙘𝙚𝙨𝙖𝙧𝙤𝙣; 𝙨𝙪𝙨 𝙣𝙚𝙜𝙤𝙘𝙞𝙤𝙨 𝙘𝙤𝙢𝙚𝙣𝙯𝙖𝙧𝙤𝙣 𝙖 𝙢𝙚𝙟𝙤𝙧𝙖𝙧. 𝙋𝙚𝙣𝙨𝙤́ 𝙦𝙪𝙚 𝙝𝙖𝙗𝙞́𝙖 𝙚𝙣𝙘𝙤𝙣𝙩𝙧𝙖𝙙𝙤 𝙡𝙖 𝙥𝙖𝙯.
𝙎𝙞𝙣 𝙚𝙢𝙗𝙖𝙧𝙜𝙤, 𝙥𝙧𝙤𝙣𝙩𝙤 𝙨𝙚 𝙘𝙤𝙧𝙧𝙞𝙤́ 𝙚𝙡 𝙧𝙪𝙢𝙤𝙧 𝙙𝙚 𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙡 𝙗𝙧𝙪𝙟𝙤 𝙣𝙤 𝙝𝙖𝙗𝙞́𝙖 𝙙𝙚𝙨𝙩𝙧𝙪𝙞𝙙𝙤 𝙚𝙡 𝙢𝙪𝙣̃𝙚𝙘𝙤, 𝙨𝙞𝙣𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙨𝙚 𝙡𝙤 𝙝𝙖𝙗𝙞́𝙖 𝙡𝙡𝙚𝙫𝙖𝙙𝙤 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙚́𝙡 𝙮 𝙖𝙥𝙧𝙤𝙫𝙚𝙘𝙝𝙖𝙧 𝙨𝙪 𝙫𝙖𝙡𝙤𝙧, 𝙮𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙙𝙚𝙘𝙞́𝙖𝙣 𝙦𝙪𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙤𝙟𝙤𝙨 𝙚𝙧𝙖𝙣 𝙙𝙤𝙨 𝙥𝙚𝙧𝙡𝙖𝙨 𝙥𝙧𝙚𝙘𝙞𝙤𝙨𝙖𝙨 𝙮 𝙚𝙡 𝙥𝙚𝙦𝙪𝙚𝙣̃𝙤 𝙨𝙖𝙦𝙪𝙞𝙩𝙤 𝙚𝙨𝙩𝙖𝙗𝙖 𝙡𝙡𝙚𝙣𝙤 𝙙𝙚 𝙥𝙚𝙥𝙞𝙩𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙤𝙧𝙤. 𝘼𝙪𝙣𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙡 𝙙𝙪𝙚𝙣̃𝙤 𝙙𝙚 𝙘𝙖𝙨𝙖 𝙨𝙚 𝙨𝙞𝙣𝙩𝙞𝙤́ 𝙧𝙤𝙗𝙖𝙙𝙤, 𝙩𝙖𝙢𝙗𝙞𝙚́𝙣 𝙨𝙚 𝙨𝙚𝙣𝙩𝙞́𝙖 𝙨𝙖𝙩𝙞𝙨𝙛𝙚𝙘𝙝𝙤 𝙥𝙤𝙧𝙦𝙪𝙚 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙚́𝙡 𝙝𝙖𝙗𝙞́𝙖 𝙩𝙚𝙧𝙢𝙞𝙣𝙖𝙙𝙤 𝙡𝙤 𝙞𝙣𝙚𝙭𝙥𝙡𝙞𝙘𝙖𝙗𝙡𝙚.
𝘼𝙣̃𝙤𝙨 𝙙𝙚𝙨𝙥𝙪𝙚́𝙨, 𝙚𝙣 𝙪𝙣 𝙘𝙖𝙢𝙞𝙣𝙤 𝙨𝙤𝙡𝙞𝙩𝙖𝙧𝙞𝙤, 𝙚𝙣𝙘𝙤𝙣𝙩𝙧𝙖𝙧𝙤𝙣 𝙖𝙡 𝙨𝙪𝙥𝙪𝙚𝙨𝙩𝙤 𝙗𝙧𝙪𝙟𝙤 𝙨𝙞𝙣 𝙤𝙟𝙤𝙨 𝙮 𝙘𝙤𝙣 𝙚𝙡 𝙚𝙨𝙩𝙤́𝙢𝙖𝙜𝙤 𝙙𝙚𝙨𝙩𝙧𝙤𝙯𝙖𝙙𝙤. 𝘿𝙞𝙘𝙚𝙣 𝙦𝙪𝙚 𝙡𝙖 𝙢𝙖𝙡𝙙𝙞𝙘𝙞𝙤́𝙣 𝙙𝙚𝙡 𝙢𝙪𝙣̃𝙚𝙘𝙤 𝙡𝙤 𝙝𝙖𝙗𝙞́𝙖 𝙖𝙡𝙘𝙖𝙣𝙯𝙖𝙙𝙤 𝙮 𝙦𝙪𝙚 𝙨𝙪 𝙙𝙚𝙨𝙩𝙞𝙣𝙤 𝙛𝙪𝙚 𝙘𝙖𝙨𝙩𝙞𝙜𝙖𝙙𝙤 𝙥𝙤𝙧 𝙨𝙪 𝙘𝙤𝙙𝙞𝙘𝙞𝙖 𝙮 𝙚𝙣𝙜𝙖𝙣̃𝙤.𝙈𝙊𝙍𝘼𝙇𝙀𝙓
si te ha gustado la historia dejanos un comentario para saber tu opinion

también podéis enviarnos vuestras historias, estaremos encantados de compartirlas.

La herencia del limosnero difunto

 


Pilar iba presurosa a casa, trabajaba cómo cuidadora de gente mayor en un asilo para ancianos, eran las once de la noche, lo sabía bien porque pasaba cerca de una iglesia y el repicar de las campanas automáticas se lo hacía saber.

Al pasar por un callejón vió a un limosnero, sentado en el suelo, un farol reflejaba el rostro de ese hombre, pálido y delgado, enfundado en una túnica extraña y  muy desgastada,  todo sucio, la miró angustiado.

- ¡¡ Una caridad señoraaa!! ¡¡ No he comido y tengo hambre !! 

- ¡¡Vaya y se ve aún fuerte para trabajar, quieren que uno les resuelva su vida !!

- ¡¡ Señito una moneda por favor!! 

- ¿Oiga porqué no se va a algún albergue ? Se que por aquí hay uno 

- No, ahí me golpean y me quitan lo poco que llevo, además estoy enfermo de mis huesos me cuesta caminar 

- ¡¡Está bien, tenga y coma algo se ve muy demacrado!! 

- ¡¡ Gracias señito Dios se lo multiplique!! 

- ¡¡ Ojalá eso pudiera ser !! Con dos hijos chicos y pagando renta apenas y salgo de mis deudas 

Pilar siguió su camino a casa, llegó y sus hijos miraban tele, al abrir la puerta fueron a su encuentro.

- ¡¡ Niños quedamos en que deberían dormir temprano mañana tienen escuela !! 

- ¿ Porque te tardaste mamá? Preguntó Isidro su hijo de 14 años 

- Un pordiosero en el callejón de acá atrás, pedía limosna y cómo sí a mí me sobrará el dinero 

- Que raro mamá, yo pasé hace tres horas porqué fuí a comprarte pan que me encargaste y no ví nada 

- Bueno será el sereno,  pero ya, ahí quedó el asunto, anden a dormir 

El día siguiente paso sin cambios, Pilar en su misma rutina de hace muchos años, al salir y pasar exactamente a las once de la noche, por ese callejón, vió al limosnero sentado.

- ¡¡ Una moneda señito por caridad!! 

- Vaya que soy casa de beneficencia, bueno no será dinero le daré mi comida que no me terminé 

- ¡¡ Oiga tenga !! No es mucho pero espero mitigue su hambre 

- ¡¡ Gracias señito !! ¡¡ Dios se lo pague !! 

El hombre devoró la comida con ansia desmedida, Pilar se quedó de una pieza conmovida.

- ¡¡ Dios,  en verdad que hay gente peor que uno en esta vida !! 

- ¿Me diría su nombre señito?

- Pilar, ese es mi nombre 

- Sabe, aunque mi aspecto es degradante, un tiempo fui un hombre con dinero y vivía bien, pero al caerme está enfermedad mi familia me arrojó a la calle, sin saber que mi testamento lo modifique y a nadie de ellos les daré un quinto 

- ¿ Pero usted tiene dinero ? 

- Si, pero es algo que nunca les dije a mis parientes, ni familia, pensaron que estaba sin nada, llevo meses así en la calle y aunque no me crea solo usted se acercó a mi y me ayudó de corazón 

- Si alguien sabe de durezas en la vida soy yo desde niña, fue trabajar y trabajar, siento mucho su situación buen hombre 

- Sabe, no me queda mucho tiempo de vida, está maldita enfermedad me está matando, tenga este documento, vaya con un notario y lo haga válido, ya está firmado 

- Pero yo no puedo hacerlo y no soy nadie 

- Si lo es,  usted una persona noble y buena, con eso me basta haga lo que le digo, así yo descansaré en paz 

Extrañada llegó a casa y leyó el documento, era un testamento y decía así:

" Yo Germán Díaz Ramirez en pleno uso de mis facultades mentales y físicas, cedo el total de mi herencia, a la persona que se destaque por su sencillez y bondad de corazón.

En caso de no encontrar a dicha persona, la herencia se irá a casas de beneficencia y sirva para ayudar a tanta gente en el desamparo.... etc. " 

- ¡¡ Dios mío !! ¡¡ Esto es un sueño !! 

Al día siguiente, fue con el notario que hizo el testamento de Germán, al entrar y verlo, el notario le preguntó:

- ¿ Y cómo cayó este documento en sus manos ? 

- Verá Licenciado, yo iba de regreso a mi trabajo y me tope con el que creí un limosnero y pues me pidió caridad y lo ayude y así el me dió esto 

- Solo porqué me lo dice y este documento lo revise muy cuidadosamente, para verificar sea el original y efectivamente lo es 

- Lo extraño es que está persona falleció dónde usted lo vio hace como un mes, ahí fue encontrado muerto, pero no sé la halló nada, todo esto es tan misterioso y de ahí mis miles de dudas 

- ¡¡ Madre santísima !! ¡¡ Hablé con un muerto !! 

- Si, pero más bien esos caminos misteriosos hicieron que usted lo auxiliara, solo me resta decirle que es dueña de una gran fortuna 

Muda de espanto y de la impresión, siguió las indicaciones del notario, más ella se comprometió a dar una parte a los asilos de ancianos.

Y acto seguido, localizó el cuerpo de Germán y le hizo los honores religiosos pertinentes, el cuál en espíritu sonreía y agradecía a su bien hechora Pilar,  la bondad de su corazón. 

Y aunque no era familiar suyo cada 2 de noviembre, le ponía su altar de muertos, agradecida y saber que a veces la recompensa a tu esfuerzo de vida, llegó de un limosnero del más allá. 

DERECHOS RESERVADOS DEL ESCRITO 

HÉCTOR NILA DORANTES 

si te ha gustado la historia dejanos un comentario para saber tu opinion

también podéis enviarnos vuestras historias, estaremos encantados de compartirlas.

El entenado


𝗘𝗻 𝗹𝗮 𝗲́𝗽𝗼𝗰𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗮𝗿𝗿𝗶𝗲𝗿𝗶́𝗮, 𝗰𝘂𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗹𝗼𝘀 𝗵𝗼𝗺𝗯𝗿𝗲𝘀 𝗿𝗲𝗰𝗼𝗿𝗿𝗶́𝗮𝗻 𝗹𝗮𝗿𝗴𝗮𝘀 𝗱𝗶𝘀𝘁𝗮𝗻𝗰𝗶𝗮𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝘀𝘂𝘀 𝗺𝘂𝗹𝗮𝘀 𝗰𝗮𝗿𝗴𝗮𝗱𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗺𝗲𝗿𝗰𝗮𝗻𝗰𝗶́𝗮𝘀, 𝗲𝘅𝗶𝘀𝘁𝗶́𝗮 𝘂𝗻𝗮 𝗰𝗿𝗲𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗮𝗿𝗿𝗮𝗶𝗴𝗮𝗱𝗮 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗿𝗲𝗴𝗶𝗼́𝗻. 𝗗𝗲𝗰𝗶́𝗮𝗻 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗻𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗮𝗿 𝘂𝗻𝗮 𝗵𝗲𝗿𝗿𝗮𝗱𝘂𝗿𝗮 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗰𝗮𝗺𝗶𝗻𝗼 𝗲𝗿𝗮 𝗱𝗲 𝗯𝘂𝗲𝗻𝗮 𝘀𝘂𝗲𝗿𝘁𝗲, 𝘀𝗶𝗲𝗺𝗽𝗿𝗲 𝘆 𝗰𝘂𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗲𝘀𝘁𝗮 𝗵𝗲𝗿𝗿𝗮𝗱𝘂𝗿𝗮 𝗹𝗹𝗲𝘃𝗮𝗿𝗮 𝗹𝗮 𝗺𝗶𝘀𝗺𝗮 𝗿𝘂𝘁𝗮 𝗱𝗲 𝗾𝘂𝗶𝗲𝗻 𝘀𝗲 𝗹𝗮 𝗲𝗻𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗮𝗯𝗮. 𝗣𝗲𝗿𝗼 𝘀𝗶 𝗹𝗮 𝗵𝗲𝗿𝗿𝗮𝗱𝘂𝗿𝗮 𝗶𝗯𝗮 𝗲𝗻 𝗱𝗶𝗿𝗲𝗰𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗮𝗿𝗶𝗮, 𝗲𝗿𝗮 𝗺𝗲𝗷𝗼𝗿 𝗱𝗲𝗷𝗮𝗿𝗹𝗮 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗰𝗮𝗺𝗶𝗻𝗼, 𝗽𝗼𝗿𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗶 𝗹𝗮 𝘁𝗼𝗺𝗮𝗯𝗮𝘀, 𝗽𝗼𝗱𝗿𝗶́𝗮 𝘀𝗲𝗿 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝘀𝘁𝘂𝘃𝗶𝗲𝗿𝗮𝘀 𝘀𝗶𝗴𝘂𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗹𝗮 𝗿𝘂𝘁𝗮 𝗱𝗲𝗹 𝗱𝗶𝗮𝗯𝗹𝗼.

𝗝𝘂𝗮𝗻 𝗔𝗺𝗯𝗿𝗼𝘀𝗶𝗼, 𝘂𝗻 𝗵𝗼𝗺𝗯𝗿𝗲 𝗼𝗰𝗶𝗼𝘀𝗼 𝘆 𝗽𝗿𝗼𝗽𝗲𝗻𝘀𝗼 𝗮 𝗹𝗮𝘀 𝗯𝗿𝗼𝗺𝗮𝘀, 𝗻𝗼 𝗰𝗿𝗲𝗶́𝗮 𝗲𝗻 𝗲𝘀𝗮𝘀 𝘀𝘂𝗽𝗲𝗿𝘀𝘁𝗶𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀. 𝗨𝗻 𝗱𝗶́𝗮, 𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮𝘀 𝗰𝗮𝗺𝗶𝗻𝗮𝗯𝗮 𝗽𝗼𝗿 𝘂𝗻𝗮 𝗱𝗲 𝗮𝗾𝘂𝗲𝗹𝗹𝗮𝘀 𝗿𝘂𝘁𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗮𝗿𝗿𝗶𝗲𝗿𝗶́𝗮, 𝘀𝗲 𝗲𝗻𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗼́ 𝘂𝗻𝗮 𝗵𝗲𝗿𝗿𝗮𝗱𝘂𝗿𝗮 𝗼𝘅𝗶𝗱𝗮𝗱𝗮 𝘆 𝗹𝗮 𝗲𝗰𝗵𝗼́ 𝗮𝗹 𝗯𝗼𝗹𝘀𝗶𝗹𝗹𝗼 𝘀𝗶𝗻 𝗽𝗲𝗻𝘀𝗮𝗿𝗹𝗼 𝗱𝗼𝘀 𝘃𝗲𝗰𝗲𝘀. 𝗟𝗮 𝗵𝗲𝗿𝗿𝗮𝗱𝘂𝗿𝗮 𝗶𝗯𝗮 𝗲𝗻 𝗱𝗶𝗿𝗲𝗰𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗮𝗿𝗶𝗮 𝗮 𝗹𝗮 𝘀𝘂𝘆𝗮, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗝𝘂𝗮𝗻 𝗻𝗼 𝗹𝗲 𝗱𝗶𝗼 𝗶𝗺𝗽𝗼𝗿𝘁𝗮𝗻𝗰𝗶𝗮.

𝗔 𝗽𝗮𝗿𝘁𝗶𝗿 𝗱𝗲 𝗲𝘀𝗲 𝗺𝗼𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼, 𝗝𝘂𝗮𝗻 𝗰𝗼𝗺𝗲𝗻𝘇𝗼́ 𝗮 𝗰𝗮𝗺𝗯𝗶𝗮𝗿. 𝗘𝗺𝗽𝗲𝘇𝗼́ 𝗮 𝘁𝗲𝗻𝗲𝗿 𝗽𝗲𝘀𝗮𝗱𝗶𝗹𝗹𝗮𝘀 𝘆 𝗮 𝗮𝘀𝗲𝗴𝘂𝗿𝗮𝗿 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗹 𝗱𝗶𝗮𝗯𝗹𝗼 𝗹𝗼 𝘃𝗶𝘀𝗶𝘁𝗮𝗯𝗮 𝗲𝗻 𝗹𝗮𝘀 𝗻𝗼𝗰𝗵𝗲𝘀. 𝗔𝗹 𝗽𝗿𝗶𝗻𝗰𝗶𝗽𝗶𝗼, 𝘁𝗼𝗱𝗼𝘀 𝗽𝗲𝗻𝘀𝗮𝗿𝗼𝗻 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗿𝗮 𝘂𝗻𝗮 𝗯𝗿𝗼𝗺𝗮, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗽𝗿𝗼𝗻𝘁𝗼 𝘀𝗲 𝗱𝗶𝗲𝗿𝗼𝗻 𝗰𝘂𝗲𝗻𝘁𝗮 𝗱𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝗝𝘂𝗮𝗻 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗯𝗮 𝗽𝗲𝗿𝗱𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗹𝗮 𝗰𝗼𝗿𝗱𝘂𝗿𝗮. 𝗗𝗲𝗷𝗼́ 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗲𝗿, 𝘀𝗮𝗹𝗶́𝗮 𝗱𝗲 𝘀𝘂 𝗰𝗮𝘀𝗮 𝗴𝗿𝗶𝘁𝗮𝗻𝗱𝗼 𝘆 𝗱𝗶𝗰𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗹 𝗱𝗶𝗮𝗯𝗹𝗼 𝘀𝗲 𝗹𝗼 𝗾𝘂𝗲𝗿𝗶́𝗮 𝗹𝗹𝗲𝘃𝗮𝗿.

𝗦𝘂 𝗲𝘀𝗽𝗼𝘀𝗮 𝘀𝘂𝗳𝗿𝗶𝗼́ 𝗺𝘂𝗰𝗵𝗼 𝗰𝗼𝗻 𝗝𝘂𝗮𝗻, 𝗾𝘂𝗲 𝗮𝗵𝗼𝗿𝗮 𝗲𝗿𝗮 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗱𝗼 𝗰𝗼𝗺𝗼 “𝗲𝗹 𝗲𝗻𝘁𝗲𝗻𝗮𝗱𝗼” 𝗱𝗲𝗹 𝗱𝗶𝗮𝗯𝗹𝗼. 𝗟𝗮 𝗴𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗱𝗲𝗰𝗶́𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗹 𝗱𝗶𝗮𝗯𝗹𝗼 𝗹𝗼 𝗵𝗮𝗯𝗶́𝗮 𝗮𝗱𝗼𝗽𝘁𝗮𝗱𝗼 𝗽𝗼𝗿 𝗵𝗮𝗯𝗲𝗿𝘀𝗲 𝗹𝗹𝗲𝘃𝗮𝗱𝗼 𝗹𝗮 𝗵𝗲𝗿𝗿𝗮𝗱𝘂𝗿𝗮. 𝗨𝗻𝗮 𝗻𝗼𝗰𝗵𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝗝𝘂𝗮𝗻 𝘀𝗮𝗹𝗶𝗼́ 𝗰𝗼𝗿𝗿𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗺𝗼𝗻𝘁𝗲 𝗮𝗿𝗿𝗶𝗯𝗮, 𝗮𝘀𝗲𝗴𝘂𝗿𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗹 𝗱𝗶𝗮𝗯𝗹𝗼 𝗶𝗯𝗮 𝗱𝗲𝘁𝗿𝗮́𝘀 𝗱𝗲 𝗲́𝗹, 𝗳𝘂𝗲 𝗹𝗮 𝘂́𝗹𝘁𝗶𝗺𝗮 𝘃𝗲𝘇 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗲 𝗹𝗼 𝘃𝗶𝗼, 𝗮𝘂𝗻𝗾𝘂𝗲 𝘀𝘂 𝗲𝘀𝗽𝗼𝘀𝗮 𝗻𝗼 𝘃𝗶𝗼  𝗻𝗮𝗱𝗮. 𝗝𝘂𝗮𝗻 𝗔𝗺𝗯𝗿𝗼𝘀𝗶𝗼 𝗻𝘂𝗻𝗰𝗮 𝘃𝗼𝗹𝘃𝗶𝗼́ 𝗮 𝗰𝗮𝘀𝗮. 𝗔𝗹𝗴𝘂𝗻𝗼𝘀 𝗱𝗶𝗰𝗲𝗻 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗲 𝗾𝘂𝗲𝗱𝗼́ 𝗮𝗹𝗹𝗮́ 𝗮𝗿𝗿𝗶𝗯𝗮, 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗺𝗼𝗻𝘁𝗲, 𝗰𝗼𝗻 𝗲𝗹 𝗱𝗶𝗮𝗯𝗹𝗼. 𝗬 𝘁𝗼𝗱𝗮𝘃𝗶́𝗮, 𝗱𝗲𝘀𝗽𝘂𝗲́𝘀 𝗱𝗲 𝗺𝘂𝗰𝗵𝗼 𝘁𝗶𝗲𝗺𝗽𝗼, 𝗹𝗮𝘀 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮𝘀 𝗮𝘀𝗲𝗴𝘂𝗿𝗮𝗻 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗻 𝗹𝗼 𝗺𝗮́𝘀 𝗮𝗹𝘁𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗺𝗼𝗻𝘁𝗲 𝘀𝗲 𝗲𝘀𝗰𝘂𝗰𝗵𝗮𝗻 𝗹𝗼𝘀 𝗴𝗿𝗶𝘁𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗝𝘂𝗮𝗻 𝗔𝗺𝗯𝗿𝗼𝘀𝗶𝗼, 𝗽𝗶𝗱𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗮𝘆𝘂𝗱𝗮 𝗽𝗼𝗿𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗲 𝗹𝗼 𝘃𝗮 𝗮 𝗹𝗹𝗲𝘃𝗮𝗿 𝗲𝗹 𝗱𝗶𝗮𝗯𝗹𝗼.

𝗟𝗮 𝗹𝗲𝘆𝗲𝗻𝗱𝗮 𝗱𝗶𝗰𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗶 𝘁𝗲 𝗲𝗻𝗰𝘂𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮𝘀 𝘂𝗻𝗮 𝗵𝗲𝗿𝗿𝗮𝗱𝘂𝗿𝗮 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗰𝗮𝗺𝗶𝗻𝗼 𝘆 𝗲𝘀𝗰𝘂𝗰𝗵𝗮𝘀 𝗹𝗼𝘀 𝗴𝗿𝗶𝘁𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗝𝘂𝗮𝗻 𝗔𝗺𝗯𝗿𝗼𝘀𝗶𝗼, 𝗲𝘀 𝗺𝗲𝗷𝗼𝗿 𝗱𝗲𝗷𝗮𝗿𝗹𝗮 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝘀𝘂𝗲𝗹𝗼 𝘆 𝗿𝗲𝗴𝗿𝗲𝘀𝗮𝗿 𝗽𝗼𝗿 𝗱𝗼𝗻𝗱𝗲 𝘃𝗶𝗻𝗶𝘀𝘁𝗲, 𝗽𝗼𝗿𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼 𝘀𝗮𝗯𝗲𝘀 𝘀𝗶 𝗲𝘀𝘁𝗮́𝘀 𝘀𝗶𝗴𝘂𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗹𝗮 𝗿𝘂𝘁𝗮 𝗱𝗲𝗹 𝗱𝗶𝗮𝗯𝗹𝗼.

𝗠𝗢𝗥𝗔𝗟𝗘𝗫

si te ha gustado la historia dejanos un comentario para saber tu opinion

también podéis enviarnos vuestras historias, estaremos encantados de compartirlas.

Bruja negra

𝗗𝗘𝗥𝗘𝗖𝗛𝗢𝗦 𝗗𝗘 𝗔𝗨𝗧𝗢𝗥 : 𝗔𝗟𝗘𝗫 𝗠𝗢𝗥𝗔𝗟𝗘𝗫 𝗚𝗢́𝗠𝗘𝗭.

𝗔𝗾𝘂𝗲𝗹𝗹𝗮 𝗻𝗼𝗰𝗵𝗲, 𝗹𝗮 𝗼𝘀𝗰𝘂𝗿𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗲𝗿𝗮 𝘁𝗼𝘁𝗮𝗹. 𝗦𝗼𝗹𝗼 𝗲𝗿𝗮 𝗶𝗹𝘂𝗺𝗶𝗻𝗮𝗱𝗮 𝗽𝗼𝗿 𝘃𝗲𝗹𝗮𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗽𝗮𝗿𝗽𝗮𝗱𝗲𝗮𝗯𝗮𝗻 𝗰𝗼𝗻 𝗲𝗹 𝘃𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮𝗯𝗮 𝗽𝗼𝗿 𝗹𝗮𝘀 𝘃𝗲𝗻𝘁𝗮𝗻𝗮𝘀. 𝗟𝗮 𝗹𝘂𝘇 𝗲𝗹𝗲́𝗰𝘁𝗿𝗶𝗰𝗮 𝗮𝘂́𝗻 𝗻𝗼 𝗹𝗹𝗲𝗴𝗮𝗯𝗮 𝗮 𝗻𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗮 𝗿𝗲𝗴𝗶𝗼́𝗻, 𝘂𝗻𝗮 𝗿𝗲𝗴𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗼𝗻𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝘀𝘂𝗽𝗲𝗿𝘀𝘁𝗶𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝘆 𝗹𝗮 𝗳𝗲 𝘀𝗲 𝗲𝗻𝘁𝗿𝗲𝗹𝗮𝘇𝗮𝗯𝗮𝗻 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝘃𝗶𝗱𝗮 𝗰𝗼𝘁𝗶𝗱𝗶𝗮𝗻𝗮.

𝗦𝗶𝗲𝗺𝗽𝗿𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗹𝗲𝗴𝗮𝗯𝗮 𝗹𝗮 𝗼𝘀𝗰𝘂𝗿𝗶𝗱𝗮𝗱, 𝗹𝗮𝘀 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮𝘀 𝘀𝗲 𝗲𝗻𝗰𝗲𝗿𝗿𝗮𝗯𝗮𝗻 𝗲𝗻 𝘀𝘂 𝗰𝗮𝘀𝗮 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗮𝗿𝘁𝗶𝗿 𝗲𝗻 𝗳𝗮𝗺𝗶𝗹𝗶𝗮 𝘆 𝗺𝘂𝘆 𝗽𝗿𝗼𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗼𝗿𝗺𝗶𝗿. 𝗘𝗿𝗮𝗻 𝗺𝗼𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗿𝗲𝗰𝗼𝗴𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝘆 𝘀𝗶𝗹𝗲𝗻𝗰𝗶𝗼. 𝗣𝗲𝗿𝗼 𝗮𝗾𝘂𝗲𝗹𝗹𝗮 𝗻𝗼𝗰𝗵𝗲 𝗳𝘂𝗲 𝗱𝗶𝗳𝗲𝗿𝗲𝗻𝘁𝗲.

𝗟𝗮 𝗺𝗲𝗱𝗶𝗮𝗻𝗼𝗰𝗵𝗲 𝗵𝗮𝗯𝗶́𝗮 𝗽𝗮𝘀𝗮𝗱𝗼 𝗰𝘂𝗮𝗻𝗱𝗼 𝘂𝗻 𝘃𝗲𝗰𝗶𝗻𝗼 𝘆 𝘀𝘂 𝗲𝘀𝗽𝗼𝘀𝗮 𝗴𝗿𝗶𝘁𝗮𝗿𝗼𝗻 𝗾𝘂𝗲 𝗮𝗹𝗴𝘂𝗶𝗲𝗻 𝘀𝗲 𝗹𝗲𝘀 𝗾𝘂𝗲𝗿𝗶́𝗮 𝗿𝗼𝗯𝗮𝗿 𝗮 𝘀𝘂 𝗽𝗲𝗾𝘂𝗲𝗻̃𝗼. 𝗠𝗶 𝗽𝗮𝗱𝗿𝗲 𝘆 𝗺𝗶 𝗺𝗮𝗱𝗿𝗲 𝘀𝗮𝗹𝗶𝗲𝗿𝗼𝗻 𝗮𝗽𝗿𝗲𝘀𝘂𝗿𝗮𝗱𝗼𝘀, 𝘆 𝘆𝗼 𝗹𝗼𝘀 𝘀𝗲𝗴𝘂𝗶́, 𝗮𝗻𝘀𝗶𝗼𝘀𝗼 𝘁𝗮𝗺𝗯𝗶𝗲́𝗻 𝗱𝗲 𝘀𝗮𝗯𝗲𝗿 𝗹𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝘂𝗰𝗲𝗱𝗶́𝗮.

𝗔𝗹 𝗹𝗹𝗲𝗴𝗮𝗿 𝗮 𝗹𝗮 𝗰𝗮𝘀𝗮 𝗱𝗲 𝗻𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗼𝘀 𝘃𝗲𝗰𝗶𝗻𝗼𝘀, 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗯𝗮 𝗮 𝗽𝗼𝗰𝗼𝘀 𝗽𝗮𝘀𝗼𝘀, 𝘃𝗶𝗺𝗼𝘀 𝗮𝗹 𝗽𝗲𝗾𝘂𝗲𝗻̃𝗼 𝗱𝗲 𝗯𝗿𝗮𝘇𝗼𝘀 𝗲𝗻 𝘂𝗻𝗮 𝘀𝗼𝗺𝗯𝗿𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗼 𝘁𝗲𝗻𝗶́𝗮 𝗳𝗹𝗼𝘁𝗮𝗻𝗱𝗼 𝘀𝗼𝗯𝗿𝗲 𝗲𝗹 𝗮𝗶𝗿𝗲. 𝗘𝗹 𝗽𝗮𝗱𝗿𝗲, 𝗰𝗼𝗻 𝗺𝗮𝗰𝗵𝗲𝘁𝗲 𝗲𝗻 𝗺𝗮𝗻𝗼, 𝗱𝗲𝘀𝗮𝗳𝗶𝗮𝗯𝗮 𝗹𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼 𝗲𝗻𝘁𝗲𝗻𝗱𝗶́𝗮, 𝗮𝘀𝗶́ 𝗳𝘂𝗲𝗿𝗮 𝗲𝗹 𝗱𝗲𝗺𝗼𝗻𝗶𝗼. 𝗣𝗲𝗿𝗼 𝗲́𝗹 𝗵𝗮𝗿𝗶́𝗮 𝗹𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗳𝘂𝗲𝗿𝗮 𝗽𝗼𝗿 𝘀𝘂 𝗵𝗶𝗷𝗼.

𝗠𝗶𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮𝘀 𝘁𝗮𝗻𝘁𝗼, 𝗹𝗮 𝗺𝗮𝗱𝗿𝗲, 𝗱𝗲 𝗿𝗼𝗱𝗶𝗹𝗹𝗮𝘀, 𝗹𝗹𝗼𝗿𝗮𝗯𝗮 𝗲 𝗶𝗺𝗽𝗹𝗼𝗿𝗮𝗯𝗮. 𝗘𝗹 𝗻𝗶𝗻̃𝗼 𝗲𝗺𝗶𝘁𝗶́𝗮 𝗰𝗵𝗶𝗹𝗹𝗶𝗱𝗼𝘀 𝗲𝗻𝘀𝗼𝗿𝗱𝗲𝗰𝗲𝗱𝗼𝗿𝗲𝘀, 𝗽𝗶𝗱𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗮𝘂𝘅𝗶𝗹𝗶𝗼. 𝗛𝗮𝘀𝘁𝗮 𝗹𝗼𝘀 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗰𝗮𝘀𝗮 𝗵𝗮𝗯𝗶́𝗮𝗻 𝗵𝘂𝗶𝗱𝗼 𝗰𝗼𝗻 𝗹𝗮 𝗰𝗼𝗹𝗮 𝗲𝗻𝘁𝗿𝗲 𝗹𝗮𝘀 𝗽𝗮𝘁𝗮𝘀.

𝗠𝗶 𝗽𝗮𝗱𝗿𝗲, 𝗺𝗮́𝘀 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗲𝗱𝗼𝗿 𝗱𝗲𝗹 𝗮𝘀𝘂𝗻𝘁𝗼, 𝗱𝗶𝗷𝗼 𝗰𝗼𝗻 𝗳𝗶𝗿𝗺𝗲𝘇𝗮 𝘆 𝘂𝗻𝗮 𝘀𝗲𝗿𝗲𝗻𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗾𝘂𝗲 𝗺𝗲 𝗱𝗲𝗷𝗼́ 𝗽𝗮𝘀𝗺𝗮𝗱𝗼: “𝗘𝘀 𝘂𝗻𝗮 𝗯𝗿𝘂𝗷𝗮. 𝗬 𝘀𝗶 𝘀𝗲 𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿𝗲 𝗹𝗹𝗲𝘃𝗮𝗿 𝗮𝗹 𝗻𝗶𝗻̃𝗼, 𝗲𝘀 𝘂𝗻𝗮 𝗯𝗿𝘂𝗷𝗮 𝗻𝗲𝗴𝗿𝗮”. 𝗖𝗼𝗺𝗲𝗻𝘇𝗼́ 𝗮 𝗿𝗲𝘇𝗮𝗿 𝗹𝗮 𝗼𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝗦𝗮𝗻 𝗠𝗶𝗴𝘂𝗲𝗹 𝗔𝗿𝗰𝗮́𝗻𝗴𝗲𝗹, 𝗽𝗶𝗱𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗽𝗿𝗼𝘁𝗲𝗰𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝘆 𝗳𝘂𝗲𝗿𝘇𝗮 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗲𝗻𝗳𝗿𝗲𝗻𝘁𝗮𝗿 𝗹𝗮 𝗺𝗮𝗹𝗱𝗮𝗱.

*𝗢𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝗦𝗮𝗻 𝗠𝗶𝗴𝘂𝗲𝗹 𝗔𝗿𝗰𝗮́𝗻𝗴𝗲𝗹*

“𝗦𝗮𝗻 𝗠𝗶𝗴𝘂𝗲𝗹 𝗔𝗿𝗰𝗮́𝗻𝗴𝗲𝗹, 𝗱𝗲𝗳𝗶𝗲́𝗻𝗱𝗲𝗻𝗼𝘀 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗯𝗮𝘁𝗮𝗹𝗹𝗮,

𝗦𝗲𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗽𝗿𝗼𝘁𝗲𝗴𝗶𝗱𝗼𝘀 𝗽𝗼𝗿 𝘁𝘂 𝗳𝘂𝗲𝗿𝘇𝗮 𝘆 𝗽𝗼𝗱𝗲𝗿.

𝗔𝗽𝗹𝗮𝘀𝘁𝗮 𝗮𝗹 𝗱𝗿𝗮𝗴𝗼́𝗻 𝘆 𝗮 𝗹𝗮𝘀 𝗯𝗿𝘂𝗷𝗮𝘀 𝗺𝗮𝗹𝗶𝗴𝗻𝗮𝘀,

𝗬 𝗹𝗶́𝗯𝗿𝗮𝗻𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝘁𝗼𝗱𝗼 𝗺𝗮𝗹 𝘆 𝗽𝗲𝗹𝗶𝗴𝗿𝗼.

𝗣𝗶𝗱𝗶𝗼́ 𝗮 𝗹𝗼𝘀 𝗱𝘂𝗲𝗻̃𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗰𝗮𝘀𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝘁𝗿𝗮𝗷𝗲𝗿𝗮𝗻 𝘁𝗼𝗱𝗮 𝗹𝗮 𝘀𝗮𝗹 𝘆 𝘀𝗮𝗹𝘃𝗶𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗽𝘂𝗱𝗶𝗲𝗿𝗮𝗻 𝗲𝗻𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗮𝗿. 𝗟𝗮 𝘀𝗮𝗹𝘃𝗶𝗮 𝗲𝗿𝗮 𝘂𝗻𝗮 𝗽𝗹𝗮𝗻𝘁𝗮 𝘀𝗮𝗴𝗿𝗮𝗱𝗮 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗻𝗼𝘀𝗼𝘁𝗿𝗼𝘀, 𝘂𝘁𝗶𝗹𝗶𝘇𝗮𝗱𝗮 𝗲𝗻 𝗿𝗲𝗺𝗲𝗱𝗶𝗼𝘀 𝘆 𝗿𝗶𝘁𝘂𝗮𝗹𝗲𝘀. 𝗠𝗶 𝗽𝗮𝗱𝗿𝗲 𝗹𝗮 𝗾𝘂𝗲𝗺𝗼́, 𝘆 𝗲𝗹 𝗮𝗿𝗼𝗺𝗮 𝗹𝗹𝗲𝗻𝗼́ 𝗮𝗾𝘂𝗲𝗹 𝗹𝘂𝗴𝗮𝗿, 𝗶𝗺𝗽𝗿𝗲𝗴𝗻𝗮𝗻𝗱𝗼 𝘁𝗼𝗱𝗼 𝗲𝗹 𝗮𝗶𝗿𝗲. 𝗟𝘂𝗲𝗴𝗼, 𝗿𝗲𝗴𝗼́ 𝗹𝗮 𝘀𝗮𝗹 𝗲𝗻 𝘁𝗼𝗱𝗮𝘀 𝗹𝗮𝘀 𝗽𝘂𝗲𝗿𝘁𝗮𝘀 𝘆 𝘃𝗲𝗻𝘁𝗮𝗻𝗮𝘀, 𝗿𝗲𝗽𝗶𝘁𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗹𝗮 𝗼𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝘃𝗮𝗿𝗶𝗮𝘀 𝘃𝗲𝗰𝗲𝘀.

𝗔𝗹 𝗽𝗿𝗶𝗻𝗰𝗶𝗽𝗶𝗼, 𝗹𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝘁𝗲𝗻𝗶́𝗮 𝗮𝗹 𝗻𝗶𝗻̃𝗼 𝘀𝗲 𝗯𝘂𝗿𝗹𝗮𝗯𝗮 𝗱𝗲 𝗻𝗼𝘀𝗼𝘁𝗿𝗼𝘀, 𝗰𝗵𝗶𝗹𝗹𝗮𝗻𝗱𝗼 𝘆 𝗿𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼. 𝗣𝗲𝗿𝗼 𝗱𝗲 𝗿𝗲𝗽𝗲𝗻𝘁𝗲, 𝘀𝘂𝘀 𝗰𝗵𝗶𝗹𝗹𝗶𝗱𝗼𝘀 𝘀𝗲 𝘃𝗼𝗹𝘃𝗶𝗲𝗿𝗼𝗻 𝗱𝗲 𝗿𝗮𝗯𝗶𝗮. 𝗬 𝗲𝗻 𝘂𝗻 𝗶𝗻𝘀𝘁𝗮𝗻𝘁𝗲, 𝗲𝗹 𝗻𝗶𝗻̃𝗼 𝗾𝘂𝗲𝗱𝗼́ 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝘀𝘂𝗲𝗹𝗼 𝘆 𝗹𝗮 𝘀𝗼𝗺𝗯𝗿𝗮 𝘃𝗼𝗹𝗼́, 𝗰𝗼𝗿𝗿𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝘀𝗼𝗯𝗿𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝘁𝗲𝗰𝗵𝗼𝘀, 𝗽𝗲𝗿𝗱𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗳𝘂𝗲𝗿𝘇𝗮.

𝗠𝗶 𝗽𝗮𝗱𝗿𝗲 𝗹𝗲𝘀 𝗱𝗶𝗷𝗼 𝗮 𝗹𝗮 𝗽𝗮𝗿𝗲𝗷𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗱𝗲𝗯𝗶́𝗮𝗻 𝗽𝗼𝗻𝗲𝗿𝗹𝗲 𝗮𝗹 𝗽𝗲𝗾𝘂𝗲𝗻̃𝗼 𝘂𝗻 𝗮𝗺𝘂𝗹𝗲𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗽𝗿𝗼𝘁𝗲𝗰𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗽𝗼𝗿𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗵𝗮𝗯𝗶́𝗮 𝗶𝗱𝗼 𝗲𝘀𝗮 𝗻𝗼𝗰𝗵𝗲 𝗲𝗿𝗮 𝘂𝗻𝗮 𝗯𝗿𝘂𝗷𝗮 𝗻𝗲𝗴𝗿𝗮 𝘆 𝘀𝗲 𝗮𝗹𝗶𝗺𝗲𝗻𝘁𝗮𝗯𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗲𝗻𝗲𝗿𝗴𝗶́𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗻𝗶𝗻̃𝗼𝘀. 𝗦𝗶 𝘀𝗮𝗯𝗶́𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼 𝘁𝗲𝗻𝗶́𝗮 𝗽𝗿𝗼𝘁𝗲𝗰𝗰𝗶𝗼́𝗻, 𝘃𝗼𝗹𝘃𝗲𝗿𝗶́𝗮 𝗽𝗼𝗿 𝗲́𝗹. 𝗟𝗲𝘀 𝗮𝗱𝘃𝗶𝗿𝘁𝗶𝗼́ 𝗾𝘂𝗲 𝗱𝗲𝗯𝗶́𝗮𝗻 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗿 𝘃𝗶𝗴𝗶𝗹𝗮𝗻𝘁𝗲𝘀 𝗽𝗼𝗿𝗾𝘂𝗲 𝗮𝗾𝘂𝗲𝗹𝗹𝗮𝘀 𝗯𝗿𝘂𝗷𝗮𝘀 𝗯𝘂𝘀𝗰𝗮𝗻 𝗮 𝗹𝗼𝘀 𝗽𝗲𝗾𝘂𝗲𝗻̃𝗼𝘀 𝗲𝗻 𝗱𝗼𝗻𝗱𝗲 𝗲𝘀𝘁𝗲́𝗻.

𝗔𝗾𝘂𝗲𝗹𝗹𝗮 𝗻𝗼𝗰𝗵𝗲 𝗺𝗲 𝗲𝗻𝘀𝗲𝗻̃𝗼́ 𝗮𝗹𝗴𝗼: 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗮 𝗳𝗲 𝘆 𝗹𝗮 𝗽𝗿𝗼𝘁𝗲𝗰𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗲𝗻 𝘃𝗲𝗻𝗰𝗲𝗿 𝗹𝗮𝘀 𝗳𝘂𝗲𝗿𝘇𝗮𝘀 𝗼𝘀𝗰𝘂𝗿𝗮𝘀, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝘁𝗮𝗺𝗯𝗶𝗲́𝗻 𝗱𝗲𝗯𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗿 𝗮𝗹𝗲𝗿𝘁𝗮 𝗽𝗼𝗿𝗾𝘂𝗲 𝗲𝘀𝗮𝘀 𝗳𝘂𝗲𝗿𝘇𝗮𝘀 𝗼𝘀𝗰𝘂𝗿𝗮𝘀 𝗻𝗼𝘀 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗲𝗻 𝗵𝗮𝗰𝗲𝗿 𝗱𝗮𝗻̃𝗼 𝘀𝗶𝗻 𝗱𝗮𝗿𝗻𝗼𝘀 𝘁𝗶𝗲𝗺𝗽𝗼 𝗮 𝗱𝗲𝗳𝗲𝗻𝗱𝗲𝗿𝗻𝗼𝘀.

𝗠𝗢𝗥𝗔𝗟𝗘𝗫


si te ha gustado la historia dejanos un comentario para saber tu opinion

también podéis enviarnos vuestras historias, estaremos encantados de compartirlas.



miércoles, 23 de octubre de 2024

Mi amado

 













El 13 de Septiembre de 1946, Sofía, una bella joven que pertenecía a la alta sociedad, se casó felizmente con Francisco, después de diez años de noviazgo.

La boda se celebró a lo grande, toda la gente del pueblo fue invita sin restricción social.

Con el tiempo, Francisco, se hizo cargo de las empresas de su ya difunto padre., Mientras Sofía se dedicaba a disfrutar de su lujosa mansión.

El joven, comenzó a viajar cada vez con más frecuencia, los negocios prosperaban a gran escala.

Pero Sofía, comenzaba a sentirse sola y esa soledad la llevaba a dudar de la fidelidad de Francisco.

Cuando el joven regresaba de sus viajes, siempre la encontraba triste y llorando, desconsoladamente corría hacia el, abrazándolo fuertemente y le decía: " Júrame que siempre serás mi amado"...el, acariciaba sus largos cabellos, y con un beso en su frente le respondía: " Por siempre tu amado"...

Pero a Sofía eso no le era suficiente, al pasar los días, sus pensamientos de perder a su amado, la torturaban cada vez más.

Una noche tuvo que viajar, Francisco, hacia la gran ciudad, Sofía le suplicaba que no se vaya, pero era imposible postergar el viaje, la joven quedó llorando de dolor y rabia rescostada sobre las escaleras de mármol.

Pasaron los días, y el joven no regresaba., Al finalizar el mes de Abril, era una tarde soleada, cuando un hermoso auto blanco se estacionó frente la mansión, era Francisco, que regresaba con un gran regalo para su amada.

Abrió la puerta y comenzó a llamarla: " Sofía, Sofía!"...Ella lentamente se asomó, bajo uno por uno los escalones de mármol, se veía que su semblante era diferente, la depresión, las dudas y la rabia, se habían apoderado de su mente y corazón.

Lo miro a los ojos fijamente, y le dijo: " Nunca fuiste mi amado, siempre viví en una mentira",

el joven no entendía lo que sucedía y al intentar abrazarla, Sofía saco de su espalda un cuchillo que llevaba escondido entre sus manos, y apuñaló a Francisco, hasta el cansancio...

Bañada en sangre, se arrodilló frente a él, al acariciar sus manos, vió que traía un sobre , junto a unas llaves, al abrir aquel sobre pudo leer las palabras que le había escrito: " Para mi hermosa esposa, de quién siempre será, su amado"...

Sofia lanzó un grito desgarrador, al darse cuenta lo equivocada que estaba, alzó el cuerpo de Francisco hasta la recamara principal, lo subió a la cama y pidiéndole perdón, tomo el cuchillo y se corto la garganta.

En noches de tormentas, en la oscuridad de la lujosa mansión, ya deshabitada, Sofía suele bajar las frías escaleras de mármol, con su vestido ensangrentado, llorando desgarradamente , al buscar y no poder encontrarse, a quién una vez fue su amado.

Condenada a vivir deambulando en pena, hasta la eternidad... 

si te ha gustado la historia dejanos un comentario para saber tu opinion

también podéis enviarnos vuestras historias, estaremos encantados de compartirlas.



La aterradora historia de Dana y Nelly

 


Nelly despertó a las dos de la mañana, en medio de una noche sumamente calurosa. Un mosquito zumbaba insidiosamente en su oído; se sentía incómoda y pegajosa. Al abrir los ojos a medias, notó una silueta que la observaba fijamente en medio de la oscuridad, inmóvil, parada frente a ella mientras sostenía una muñeca de trapo.

Sintió un terror momentáneo debido a la sorpresa, pero pronto notó que se trataba de Dana, su pequeña hija de seis años. No le sorprendió demasiado que hiciera algo fuera de lo común, pues su pequeña no era nada normal, al menos para los estándares sociales aceptados.

Dana sufría una muy poco conocida forma de autismo. Le costaba concentrarse en tareas que no la entretuvieran, pero cuando algo le agradaba, no había forma de despegarla de dicha actividad. Además, aunque no había mencionado su primera palabra desde que nació, si acostumbraba a hacer unos fuertes berrinches cuando algo no iba de la forma que ella deseaba.

Nelly se levantó lentamente y encendió la luz. Dana se veía muy bien. Estaba bien peinada y lucía despierta, con los ojos bien abiertos. Su madre intentaba llevarla de vuelta a su habitación cuando escuchó un sonido que la dejó completamente pálida, las primeras palabras de su hija durante sus seis años fueron: “Llévame al psiquiatra”.

La joven madre estaba perpleja. Se estremeció al notar la claridad en las palabras determinadas de su amada hija. - Debes dormir, mi amor. Es tarde -. Dijo Nelly, mientras la tomaba nuevamente del hombro y la dirigía hacia el pasillo para llevarla a su cuarto. Todavía no lograba salir de su asombro. Un grito con fuerza sorprendente la hizo brincar del susto...

- ¡Llévame al psiquiatra! ¡Llévame al psiquiatra! ¡Llévame al psiquiatra! - Gritó la pequeña Dana, repitiendo constantemente la seguidilla de tres gritos, tan fuerte como sus pequeños pulmones le permitían.

Su madre supo que la pequeña estaba sufriendo uno de sus ataques y corrió a buscar la medicina que le habían recetado para tales casos. Luego de obligarla como pudo a tomarla, la niña se fue calmando poco a poco y, antes de que se durmiera, su madre le prometió que al día siguiente la llevaría al psiquiatra.

A la mañana siguiente, luego de una búsqueda compleja, Nelly encontró un psiquiatra infantil que estaba disponible para atender a Dana, ya que otro paciente le había cancelado su cita repentinamente. Poco tiempo después, Nelly y Dana llegaron al lugar. El hombre había instalado su consultorio en su casa, ya que se había quedado viudo y vivía solo en una vivienda muy grande, por lo que no tenía sentido pagar la renta de un consultorio.

Madre e hija fueron recibidas cordialmente por el doctor Ferrera. La niña tomó asiento en el sillón principal y el doctor se ubicó frente a ella. Luego de algo de plática de rutina, inició su consulta.

- Muy bien, Dana. Tu madre me cuenta que querías ver a un psiquiatra, así que aquí estás. Soy el doctor Julián Ferrera y espero poder ayudarte...

- Lo hará... - Dijo la pequeña, ante la mirada incrédula de su madre, quien todavía no le daba crédito a lo que estaba presenciando.

- Estoy seguro de que sí. ¿Por qué querías verme? ¿Hay algo en especial de lo que quieras hablarme? - Preguntó el doctor, con tono amable. La niña negó con la cabeza.

- ¿Prefieres que te pregunte algo?

- Si - Respondió la pequeña, esta vez su voz era más tímida...

- Bien. Cuéntame sobre lo que te gusta hacer

- Me gusta hablar con las sombras...

- Tu madre me ha dicho que no sueles hablar mucho...

- No necesito usar mi voz, ellas me escuchan, yo también a ellas, las oigo en mi mente...

Nelly sintió escalofríos. Nunca pensó que su hija pudiese estar en tal estado de paranoia.

- ¿Qué te dicen esas sombras? ¿Puedes verlas, o solo las escuchas?

- Las veo y las escucho. Siempre me siguen y me susurran cosas, verdades...

- ¿Qué clase de verdades te han dicho?

- Que mi padre se marchó con otra mujer, porque no amaba a mi madre y yo no fui planeada...

La joven madre se estremeció y estuvo a punto de abrir la boca, pero el doctor le hizo una señal rápida con la mano, indicándole que la dejara seguir...

- Ya veo - prosiguió Ferrara... - ¿Por qué piensas que es cierto lo que te dicen?

- Porque me han dicho otras cosas que también son ciertas...

- ¿Cómo cuáles?

- Me dijeron que mi padre era policía. También me dijeron que, antes de marcharse, dejó escondida un arma que olvidó y nunca pudo venir a buscarla...

- Todo es muy interesante - Dijo el doctor, mientras juntaba las manos. - Puedo ver que eres una niña muy inteligente, así que te pregunto: ¿Cómo puedes estar segura de que todo es verdad?

La niña sonrió de forma traviesa y se puso de pie. Se levantó su pequeño vestido floreado y removió un revolver calibre 38 de color plateado que estaba atado con cinta adhesiva a su pierna izquierda.

Nelly sintió su corazón latir a toda velocidad. Intentó acercarse para quitarle el arma, pero la niña volteó rápidamente hacia su madre y se puso el cañón en la cabeza. La miró con firmeza y le dijo: “Confía en mí, mami”.

El doctor se puso de pie y trató de disuadir a la pequeña de que entregara el revolver, pero la niña se negaba y seguía sonriendo calmadamente. Cuando el doctor dio un paso hacia adelante, la pequeña le apuntó directamente a la cabeza.

- ¡Por favor, Dana! - Exclamó el hombre - Lo que tienes en la mano no es un juguete. Puedes lastimar a alguien...

- Es curioso. - Contestó la pequeña, demostrando una lucidez que iba mucho más allá de su edad. - Usted les dice a las niñas exactamente lo contrario acerca de su... “arma”. Les dice que es un juguete, les pide que jueguen con él, porque no las va a lastimar...

Ferrara se puso blanco. No sabía qué responder...

- ¿Se da cuenta, doctor? Mis sombras siempre dicen la verdad. Aunque ustedes no puedan verlas, ahora están aquí conmigo. Hemos venido a hacer algo, y lo haremos.

Nelly comenzó a temer lo peor. Mientras pensaba cómo tomar el arma, el estruendo del cañón la hizo estremecer de pies a cabeza. La niña accionó el revolver contra el médico, propinándole un certero disparo que dispersó sus sesos por todo el estudio.

La madre comenzó a llorar y a temblar frenéticamente. Cayó al suelo entre un mar de lágrimas, mientras su pequeña hija se acercaba a ella y la consolaba diciendo: “Todo va a estar bien, mami, todo tiene su razón de ser”.

Pocos minutos después, un escuadrón de policías irrumpió en la casa de forma violenta. Al entrar al estudio observaron la sangrienta escena y, de forma inmediata y valiente, Nelly saltó hacia los oficiales y les dijo que ella había enloquecido y había matado al hombre. Dijo que iba a cooperar con la justicia, siempre y cuando cuidaran bien de su pequeña.

La mujer fue llevada a la comisaría y la pequeña niña fue custodiada por una agente de servicios infantiles hasta que encontraran a algún familiar. Mientras iban en el vehículo policial, Dana comenzó a hablar con la agente y le contó la historia que las sombras crearon para ella.

Algunas horas después, mientras Nelly se encontraba recluida en una celda de la comisaría para aguardar su traslado, un oficial alto y anciano apareció en el lugar y abrió la reja.

- Y bien, Nelly. Dígame, ¿por qué confesó un crimen que no cometió?

- ¡Ya les dije que fui yo! - Gritó la mujer con tono desesperado. 

- El doctor grababa sus sesiones. Tenemos todo en video. De hecho, necesito que me acompañe...

Nelly fue llevada a un pequeño cuarto en donde había una computadora. Los oficiales le mostraron la cinta de seguridad. No tenía sonido. En el video se observaba una conversación y, súbitamente, se vio cómo el doctor se levantó de su silla y se voló la cabeza delante de Nelly y Dana.

La mujer estaba completamente confundida. El agente explicó que, aparentemente, el doctor estaba bastante trastornado y estaban felices de que se hubiese quitado la vida, ya que, al revisar el lugar a fondo, encontraron que había construido unas mazmorras en el sótano, en donde mantenía cautivas a tres niñas que habían sido reportadas como desaparecidas y a las cuales planeaba asesinar. 

Créditos a quién corresponda.


si te ha gustado la historia dejanos un comentario para saber tu opinion

también podéis enviarnos vuestras historias, estaremos encantados de compartirlas.




martes, 22 de octubre de 2024

Fuego infernal



Un día uno de mis mejores amigos me invitó a pasar la noche en su casa. La razón no era otra que ver las seis películas de la guerra de las galaxias una seguida de la otra.

Llegué con todo lo necesario a su domicilio para pasármela de maravilla (palomitas de maíz, refrescos, dulces etcétera). Sin embargo, en muy poco tiempo se nos acabó la diversión, ya que justo al terminar la primera cinta hubo una falla eléctrica en toda la colonia y de acuerdo con los reportes de la Compañía de luz, la energía no regresaría hasta la mañana siguiente.

Me fui a acostar al cuarto de mi amigo un poco desilusionado. No bien me había dormido cuando un viento helado me despertó. Abrí los ojos y pude ver a una anciana, llevaba puesto un abrigo de piel.

Se me acercó y me susurró al oído:

- Corre, la casa se está incendiando.

Me levanté asustado y salí corriendo, más ni en el corredor ni en la parte de abajo se veía ningún signo de fuego. Lo que sí se podía sentir era un calor abrasador. Salí por la puerta trasera, sin acordarme de mi amigo ni de sus familiares.

Fue entonces cuando se escuchó un estallido y pude observar como gran parte de la construcción volaba por los aires. No hubo más sobrevivientes. Al día siguiente salió en el periódico esta historia. En ese mismo artículo aparecía una foto de la mujer que me había salvado la vida, según la crónica, se trataba de la antigua dueña de la casa, ya para ese entonces fallecido. Lo que llamó mi atención fue que de acuerdo con lo redactado por el periodista, a dicha mujer la habían despojado de su hogar ilegalmente hacía ya cinco años, las personas que fallecieron en el siniestro.

La piel se me puso de gallina y me di cuenta que las historias de terror suceden a veces sin darnos cuenta


si te ha gustado la historia dejanos un comentario para saber tu opinion

también podéis enviarnos vuestras historias, estaremos encantados de compartirlas.


LA BAILARINA

 Recién me mudé a un nuevo apartamento en una ciudad desconocida, y aunque al principio todo me resultaba extraño, poco a poco me fui acostu...