Cuenta la gente de una joven muy bella había sido abusada por un maligno delincuente. Ella iba caminando hacia la tienda cuando llegó un delincuente y la ataco, nadie hizo nada para ayudarla. Llorando y adolorida llegó a su casa. Su madre era una mujer muy religiosa. No quería hijas que tuvieran relaciones con hombres antes del matrimonio. Y no le importó que su hija tristemente le gritaba que fue victima contra su voluntad. La madre echó a su hija de la casa. La joven no sabía qué hacer. Durmió en la calle esa noche fría. Muchos vagabundos la veían como sufría. Encontró a una joven, una joven de la calle. Que le preguntó que había pasado. Ella le contó todo lo que vivió llorando. Y la joven le respondió que lo mejor es que si salía embarazada que no lo tuviera pues ambos sufrirían mucho en esa situación.
La bella joven, Isabel pensó y lloró. Al día siguiente despertó y la joven de la calle la llevó con un doctor. El doctor le dijo a Isabel que se esperara para saber si estaba embarazada. Entonces pasaron varias semanas. Mientras pasó este tiempo Isabel tuvo que trabajar duramente. Limpiando carros y tratando de agarrar limosnas de la gente que pasaba por la calle.
Isabel decidió ir al doctor una vez más porque sentía mareos y tenía vómitos. Cuando fue al doctor desgraciadamente si estaba embarazada. Isabel, traumada gritaba que no podía ser. No quería estar embarazada.
Pasaron aun más semanas. Isabel nomas pensaba en ese bebé. No sabía qué hacer. Hasta que un día decidió ir a su casa una vez más. Cuando tocó la puerta no abrieron. La madre le respondió que lo lamentaba mucho pero que no la iba a aceptar. Isabel tristemente escuchó y decidió ir con el doctor. Decidió no tener a su bebé de diez semanas. Todas estas diez semanas trabajó duro para obtener el dinero para el doctor. Llegó el día, y aun no sabía si hacerlo o no. Pero ya estando ahí no se podía echar atrás.
Llegó a la clínica, cuando terminó todo. Los doctores le enseñaron el procedimiento, vio todo. Una criatura indefensa había dejado de existir. La madre a ver ese ser que un día podría haber tenido vida, gritó entristecidamente y horrendamente. No lo podía creer. Jamás pensó que al ver a esa criatura podría ser algo tan doloroso.
Isabel se había arrepentido de haberlo hecho. Pero ya no podía hacer nada. Enfurecida con ella misma y con su madre. Fue hacia su casa y le dijo lo que había pasado. Llorando y enfurecida; aun ella adolorida del procedimiento. Así fue con su madre. Su madre llorando llena de lágrimas le pedía perdón. Las dos mujeres llorando y los vecinos viendo el dolor de las dos mujeres. No podían entender qué estaba pasando.
La madre terminó aceptando a su hija. Varios meses después dicen que Isabel murió entristecida con el alma rota, lloraba todos los días sin parar. Su madre sin palabras no sabía qué decir.
La gente dice que aun se escuchan los llantos de Isabel. Y la madre de Isabel dice que ella escucha las risitas de un bebé. Y que se siente atormentada con todo lo que pasó. Su alma no encuentra el descanso.
Cuando una madre desesperada sale embarazada sin tener a nadie con quien estar Y ese embarazo haya sido producto de un abuso, cualquier mujer pasaría por la misma situación. No tenerlo es algo común en estos casos. Pero no toda madre desea esto para su bebé. Hay veces que la misma familia y la sociedad hacen que estas jóvenes lleguen hacer algo desesperado. Sea como sea la situación, un bebé es una vida y si ella lo quería, él tenía que tener la oportunidad de vivir.
S.I.G.U.E.N.O.S. 👉 Historias para no dormir
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