PADRE Y ESPOSO
Karen y su hija Leslie de 17 años se encontraban durmiendo plácidamente en la misma habitación, pese a ser madre e hija ambas se veían como si tuvieran la misma edad, vestían muy similar, su corte de cabello corto y ondulado, ojos claros y piel morena, ambas esbeltas y de muy buen atractivo.
Aquella noche, a horas de la madrugada, un fuerte ruido hizo despertar a Karen, provenía de la ventana del primer piso, inmediatamente se escucharon pasos muy apresurados subiendo las escaleras. Apenas logró encender la luz de la lámpara pudo ver la silueta de un hombre que rápidamente buscaba en el cajón donde su marido guarda sus herramientas de cirugía cuando quiso gritar, el hombre de un salto llegó hacia ella, le tapó la boca con la mano y procedió a usar un bisturí en su cara, brazos y piernas, empezó a cortar su cara con tanta rapidez que no le dio tiempo a Karen de reaccionar. Acto seguido, cuando Leslie abrió los ojos, también corrió la misma suerte. El hombre empezó a cortar rápidamente su cara, brazos y piernas. Karen se levantó del suelo y de inmediato intentó golpear al tipo que las estaba atacando, encendió las luces de la habitación y vio a Jamil, su esposo. ¿Por qué demonios le estaba haciendo daño a ella y a su hija? Es cierto que no había sido el más cariñoso de los hombres, pero jamás había sido violento; ni mucho menos agredirlas con un bisturí de aquella forma tan salvaje. Jamil no dijo ni una sola palabra, había lágrimas en sus ojos y una expresión aterradora en su mirada, logró esquivar el objeto que su esposa le había arrojado y se lanzó por la ventana trasera lastimando su tobillo, pero se levantó y siguió corriendo despavorido. El rostro y resto del cuerpo de aquellas damas sangraba; las heridas no eran profundas, pero de seguro les dejaría cicatrices imperecederas.
No habiendo transcurrido ni 10 segundos, la puerta de entrada a su casa fue derribada, luego un grupo de seres extraños de apariencia no humana entraron como si registraran toda la casa, uno de ellos miró fijamente a las indefensas mujeres que yacían en el suelo, temblando de miedo mientras se abrazaban mutuamente. Uno de ellos hizo un aparente gesto de desaprobación y salieron derribando la puerta trasera. Llevando como rehenes a un gran número de mujeres.
Al siguiente día, la masacre había terminado. Las calles estaban llenas de sangre y cadáveres por todos lados. El cuerpo de Jamil fue encontrado también, al igual que el 100% de hombres de aquella ciudad; pues las autoridades informaron que aquella noche fueron exterminados todos los varones, mientras que las mujeres más bellas fueron llevadas como esclavas al planeta de aquellos alienígenas, posiblemente para aparearse y mantener su especie.
Karen no dejaba de llorar, comprendió que gracias a sus múltiples cortes no fueron elegidas como las demás a quienes probablemente no volverían a ver, pues su cara se veía prácticamente desfigurada al igual que la de su hija. Abrazó el cuerpo de Jamil y llorando dijo: Este es un verdadero padre y un verdadero esposo
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