SIGUIENTE DESTINO
Mi nombre es Octavio Pérez, soy un pensionado de 73 años de edad, vivo con mi perro "Cartucho", en la misma casa que me vio nacer y crecer. Estamos solos desde que mi querida Inés, decidió abandonarnos, la pobre no pudo soportar más ese maldito cáncer, el cual terminó con su vida. Pero aquí me ven, vivito y coleando, a pesar de tanta malaria, así estoy, resistiendo y peleándola. Hoy les contaré este confuso episodio que me tocó vivir hace exactamente una semana atrás. Lamentablemente, la situación de mi país no es de las mejores, nuestra economía, hace años está destruida y mal manejada. Esto me ha obligado, a pesar de mi edad y de ser jubilado, a seguir generando ingreso de dinero a mi hogar, por tal razón acepté el trabajo de conducir un taxi por las noches. Es un oficio que al ser nocturno, de antemano sabía con todo lo que debía lidiar, desde jóvenes ebrios hasta abuelas timberas, ni hablar de lo peligroso que resultaban ser algunos barrios de mi ciudad. En fin,