haz caso a las leyendas
«Las leyendas lo decían pero yo no hice caso y me adentré en la vieja cabaña del bosque haciendo que la madera se quejara bajo mis pies. Noté frío, el vaho salía de mi boca cuando sentí un gélido aliento detrás de mí, un escalofrío me invadió y me giré. No había nada. Crujido. Un paso más y llegaría dónde nadie más lo había hecho. Los rayos blanquecinos se colaban detrás de los tablones, dejándome ver la habitación del cruel asesinato que partió en dos las almas del pueblo. Las nubes cubrieron la luna sumiéndome en la más absoluta oscuridad. Busqué la claridad pero solo me encontré con dos ojos brillantes y una sonrisa diabólica, acercándose. Me paralicé. La madera seguía crujiendo bajo los pasos. No eran los míos. Nunca llegué a esa habitación. Viva.aban detrás de los tablones, dejándome ver la habitación del cruel asesinato que partió en dos las almas del pueblo. Las nubes cubrieron la luna sumiéndome en la más absoluta oscuridad. Busqué la claridad pero solo me encontré con dos oj