FORMAS DE RECONOCER A UN HOMBRE LOBO




El hombre lobo, también conocido como licántropo, es una criatura legendaria presente en muchas culturas independientes a lo largo del mundo. Se ha dicho que este es el más universal de todos los mitos (probablemente junto con el del vampiro), y aún hoy, mucha gente cree en la existencia de los hombres lobo o de otras clases de «hombres bestia». Todas las características típicas de aquel animal – como son la ferocidad, la fuerza, la astucia y la rapidez- son en ellos claramente manifiestas, para desgracia de todos aquellos que se cruzan en su camino. Según las creencias populares, este hombre lobo puede permanecer con su aspecto animal únicamente por espacio de unas cuantas horas, generalmente cuando sale la luna llena.


Es importante poder reconocer a un hombre-lobo en su forma humana, ya que es el único momento en el que es vulnerable.

Signos físicos

El tener manos peludas era considerado un signo seguro de ser hombre-lobo. Los verdaderos hombres-lobo solían afeitar sus manos para que no los acusaran

Otro signo es tener una uña más larga que las otras, semejante a una garra.

En su forma humana, un hombre-lobo generalmente tiene cejas sesgadas que se unen en su nariz. Otros pueden ser reconocidos por su pelo grueso, sea capilar o corporal.

Un hombre-lobo también tiene orejas puntiagudas, dientes afilados y ojos extrañamente absorbentes.

Comportamiento

Luego del regreso a la forma humana, el hombre-lobo suele estar exhausto y tiene que descansar por un día o más. Los hombres-lobo siempre tienen que dormir con sus mandíbulas abiertas, de otra manera les costaría demasiado abrirlas.

Cuando se quiere cazar a un hombre-lobo es importante recordar que las pistas principales vienen de las personas sospechosas. La conversión en hombre-lobo no es transparente, por más que la víctima intente esconder su apariencia infrahumana.

En consecuencia, hay que buscar síntomas en los sospechosos humanos que incluyan violencia, agresión creciente, ataques de ira repentinos, insomnio, ansiedad y otros comportamientos extraños. Desafortunadamente, con el tiempo estos síntomas pueden llegar a dominarse, por lo que no se puede confiar del todo en ellos.

Otros signos

-Palidez.

-Visión débil.

-Ojos secos y nebulosos.

-Un deseo innatural por beber agua.

-Lengua muy seca y sedienta.

-Piernas con úlceras incurables provocadas por las frecuentes caídas.

-La marca del demonio.

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