ESE PEQUEÑO BASTARDO
Cada año pido a mis alumnos de segundo grado que dibujen sobre lo que les asusta más. Discutimos los dibujos en clase. Ayuda a los niños a enfrentar sus temores y controlarlos. Tiburones en los años 70. Payasos y bombas nucleares en los años 80. Asesinos en serie en los años 90. Últimamente, armas y secuestros. Algunos temores son tontos, y otros que incluso a mi me dan miedo hablar. Pero desde el principio, hay algo que se repite con asombrosa regularidad, siempre en dos o tres alumnos de cada clase. Aparte de las variaciones ligeras en perspectiva y estilo, es siempre la misma imagen. Un niño está sentado en lo alto de los árboles que crecen en la escuela secundaria, justo al lado opuesto de la valla que delimita nuestro patio de primaria. Está arrojando piedras a los niños aterrorizados abajo. "Que Dios libre al pequeño bastardo que arroja esas piedras." Nos decíamos los unos a otros. Pero nunca atrapamos a nadie. Los estudiantes de secundaria son más