JUEGOS PELIGROSOS
Era costumbre de los cinco chicos, reunirse en distintos puntos de la ciudad para realizar prácticas de espiritismo, solo por llamarlo así, pues del asunto sabían muy poco, eran simples aficionados de lo paranormal, sin ningún conocimiento sólido de lo que estaban haciendo. En repetidas ocasiones, habían intentado contactarse con seres del más allá, a través de métodos mencionados en internet o en libros comerciales de dudosa procedencia; pero como era de esperarse, no habían obtenido resultados, solo les servía para pasar el rato. En cierta ocasión, se reunieron en una solitaria propiedad en las afueras de la ciudad, de la cual se contaban horrores y se prohibía el paso. Al llegar, no vieron en el sitio nada imponente, se trataba de una diminuta y derruida cabaña, la cual no tenía si quiera espacio para ventanas, le faltaba la mitad del techo y mostraba rastros de daños por fuego. Su primera impresión los dejó tan decepcionados que decidieron marcharse a un lugar más tétr