SILVIA
Comencé a vivir en el complejo cuando tenía 24 años. "Complejo" es una palabra que no se le ajusta tan bien, porque en realidad se trata de un bloque de departamentos, para la rehabilitación de pacientes mentalmente inestables. Tenemos de todo, desde esquizofrénicos hasta diagnósticos muy severos de depresión y todo lo que pueda definirse en medio.1 Si voy a contar esta historia, debo regresar un poco más atrás. Entrené en Australia para convertirme en un enfermero. Me inscribí a un programa doble de humanidades y cuidado terapéutico; para el componente de humanidades, me licencié en psicología; que es también en donde descubrí mi interés por el cuidado psiquiátrico. Hice mis internados en hospitales psiquiátricos y albergues; en mi último año, se me asignó un gran manicomio. Fue aquí donde conocí a Brian. Era un caso interesante. Sufría una esquizofrenia paranoide, aunque había adquirido los síntomas de modo prematuro; siendo detectado a la edad de 16 años. Era r